Estas «COPLAS A SAN MARCOS» fueron hechas en octubre de 1991, revisadas y aumentadas hasta enero de 1992; desde aquel momento, han sucedido muchas cosas que no se consignan en estos versos, San Marcos y el Perú han sufrido una serie de cambios cuya relación escapa a los límites de este trabajo, que pretende ser el testimonio de una época que me tocó vivir. Un tiempo signado por la violencia, no sólo la homicida de los grupos terroristas que operaron en el país -Sendero Luminoso y el MRTA- sino, también, por la violencia desarrollada por Estado. En aquellos tiempos los estudiantes de San Marcos éramos sospechosos de terrorismo y cualquier manifestación en contra de la represión estatal -mucha veces feroz, muchas veces indiscriminada e ilegal- era tomada como apoyo tácito a la subversión. Fue un tiempo en el que el país quedó polarizado y en el que la Universidad de San Marcos -que era «el Perú en pequeño» por la confluencia de razas, culturas y estratos sociles- fue campo de batalla, no sólo de ideas sino de grupos antagónicos y egoístas que hundieron al país en una época sangrienta donde cualquier manifestación cultural era una amenaza. Estos versos surgieron de la frustración de entonces.
QUE NO PIERDE LA ESPERANZA
PARA EL QUE LUCHA Y AVANZA
VA MI CANTO HUMILDEMENTE..
Aquí traigo mis canciones
que son simples y sencillas
yo no invento maravillas
yo canto mis emociones.
En mis alforjas no tengo
ni blasones ni riquezas
sólo tengo mis pobrezas
y este canto con que vengo.
Y ni siquiera este canto
es algo que yo inventara
yo canto lo que escuchara
de alegrías y de llanto.
Mi voz tan sólo repite
lo que el pueblo me ha enseñado
es el pueblo el ilustrado
y con él no se compite.
No vengo por galardones
yo canto para mi gente
yo vengo sencillamente
a conquistar corazones.
El malo no me acobarda
ni me acobarda el traidor
que cuando canta el cantor
no importa que el mundo arda.
¿Cuántos serán los perversos?
no sé pero no son muchos
y es contra ellos que lucho
con el fuego de mis versos.
La historia no se detiene
ni se calla una canción
no se mata una ilusión
y al pueblo no se contiene.
Y a esta Universidad
yo le canto porque es ella
mi paradigma mi estrella
mi grito de libertad.
Por eso canta mi voz
que es la voz del pueblo entero
!acércate compañero!
y cantaremos los dos…
SEGUNDA
Cinco años han pasado
desde el día en que ingresé
con mis sueños con mi fe
respetuoso y asombrado.
Ninguno se conocía
miraban desconcertados
recelosos extrañados
era pues el primer día.
«Compañeros estudiantes
hoy San Marcos los recibe
nuestra San Marcos que vive
a pesar de los pedantes.»
«Les damos la bienvenida
nos es grato recibirlos
estamos para servirlos
sin condición ni medida.»
«Soy del Centro Federado
Secretario General…»
Nos dijo muy servicial
un tipo mal afeitado.
Y contó un poco la historia
de San Marcos y sus hombres
y nos dijo algunos nombres
y nos habló de la gloria.
Dijo que éramos promesa
del mañana y del futuro
y nos dijo muy seguro
que nos veía firmeza.
«Yo sé que de aquí saldrán
sanmarquinos de valía
aquí veo rebeldía
se nota que lucharán.»
«Se ve que tienen madera
en ustedes nos confiamos
y de ustedes esperamos
que agiten nuestra bandera.»
Y así nos siguió diciendo
cosas que ni se entendían
pero algunos ya sentían
que nos estaba mintiendo…
TERCERA
Y las semanas pasaban
en matrícula y espera
sin que nadie nos dijera
si las clases empezaban.
Hasta que en una pizarra
leímos que se decía
que mañana acabaría
el relajarse y la farra.
«Compañeros estudiantes
mañana se dictarán
las charlas que escucharán
los alumnos ingresantes…»
«Salón de Grados. Puntuales.
A las ocho para todos
empiezan de todos modos
nuestras charlas iniciales…»
«Se pide a los compañeros
que no vayan a faltar
mañana se va a explicar
lo que dicen los letreros…»
«No se dejen engañar
no se dejen sorprender
si los quieren convencer
nos lo tienen que contar…»
Y la pizarra decía
cosas a más enredadas
¡ovejitas engañadas!
esa gente que leía.
Ponían la cara dura
como gente que entendía
pero al cabo se sentía
que era todo una impostura.
Eramos fácil carnada
jovencitos inocentes
los viejos «inteligentes»
nos tendían la emboscada.
La rapiña y la ambición
se sentían rapidito
«les importamos un pito…»
esa fue mi sensación.
CUARTA
Fuimos al día siguiente
conocimos profesores
que parecían señores
de una alcurnia diferente.
Hablaban con elocuencia
muy serios y bien parados
y parecían soldados
los soldados de la ciencia.
Era cosa de admirar
las palabras que decían
cosas que no se entendían
pero agradaba escuchar.
Parecían los mejores
tenían seguridad
nos creímos su verdad
y no vimos sus errores.
Maestros indiscutidos
dueños de mucho saber
eran a nuestro entender
los hombres más instruidos.
De tantos temas hablaron
que no recuerdo ninguno
no sé si sea oportuno
decir que nos engañaron.
Que era engaño para mí
aquel discurso enredado
de conceptos rebuscados
que para nada entendí.
Claro que algunos dijeron
un poco de su experiencia
y un poco de su vivencia
con nosotros compartieron.
Será cosa personal
pero tengo preferencia
por el que enseña la ciencia
como un algo natural.
Y el ciclo de introducción
terminó a los quince días
entre risas y alegrías
entre dudas e ilusión.
QUINTA
Así empezaron las clases
y conocí mucha gente
al bruto al inteligente
retardados y sagaces.
A toda la Facultad
ingresaron cuatrocientos
y cuatro mil novecientos
a esta Universidad.
Es un lustro el que ha pasado
desde el día en que ingresé
el año próximo habré
con mi carrera acabado.
Pero volvamos al cuento
ya las clases empezaban
los alumnos comenzaban
a integrarse a paso lento.
Mi Promoción dividida
en tres partes se quedó
el Decanato regló
cantidades y medidas.
Así me tocó el salón
doscientos cuarenta y seis
ya vosotros suponéis
su rara composición.
Ciento y medio y algo más
conformábamos la clase
por qué nos llamaban «base»
no lo comprendí jamás.
Había gente dispar
había de los callados
había los «avispados»
y los que saben hablar.
Había los sobraditos
los pedantes de rigor
los de «cara de señor»
los «sapos» los «bacancitos».
Estaban los asustados
los «hijitos de mamita»
los tontos los «papa frita»
también los acomplejados.
De las mujeres ni hablar
había de todo gusto
las que miras y dan susto
y las que agrada mirar.
Había chicas sencillas
y chicas encantadoras
no faltaban habladoras
que inventaban maravillas.
Había altas y bajitas
y de cuerpo refinado
y de cabello ondulado
las feas y las bonitas.
Había para escoger
y de toda condición
había en la colección
todo tipo de mujer.
Más de una inteligente
pujante y emprendedora
y también más de una lora
ni con un dedo de frente.
Pero debo confesar
que la clase me gustaba
que de todo se encontraba
con tal de echarse a buscar.
Poco a poco se formaron
en el salón los grupitos
los tontos los sobraditos
entre ellos se juntaron.
Entre dieciséis y veinte
eran todas las edades
y de pueblos y ciudades
venía toda esa gente.
Limeños y provincianos
tremendos desconocidos
en el salón confundidos
como brujas y gitanos…
Pero con todo encontré
un mundo que me encantó
lo que a mí me sucedió
en coplas les contaré…
SEXTA
Como no voy a narrar
cada año que pasó
aquí les cantaré yo
lo que pueda recordar.
Así permítanme hablar
de mi primera impresión
y de toda la emoción
que yo tuve al ingresar.
San Marcos a mi entender
era todo lo mejor
y era para mí un honor
a Ella pertenecer.
Mi padre fue sanmarquino
mi abuelo también lo fue
de mi tata yo no sé
pero acaso lo imagino.
Por tradición familiar
por muchas generaciones
venimos a los salones
de San Marcos a estudiar.
Era orgullo de la casa
a un sanmarquino tener
era así como volver
a la fuente de la raza.
Yo recuerdo en la memoria
que mi padre me contaba
que en el tiempo que estudiaba
San Marcos hacía historia.
Y me hablaba de valientes
de jóvenes libertarios
lindos universitarios
con valor hasta los dientes.
Más de uno se inmoló
creyendo en sus ideales
eran jóvenes cabales
que mi padre conoció.
Enfrentaban dictadores
gendarmes y policías
enfrentaban tiranías
de gorilas y opresores.
Muchachos idealistas
alegres y apasionados
estudiantes preparados
juventudes siempre listas.
Despiertos e irreverentes
los sanmarquinos han sido
aquí nunca se han rendido
ni corazones ni mentes.
Sinónimo de grandeza
es San Marcos en el mundo
y con respeto profundo
reconocen su entereza.
Que San Marcos ha forjado
muchas hombres de valía
y la historia no podría
olvidar ese legado.
Es de la América hispana
el claustro más estimado
es símbolo inmaculado
y es entre todas Decana.
La más antigua y famosa
de todo este continente
tiene pasado y presente
sencilla pero grandiosa.
Si sus paredes hablaran
mil hazañas nos dirían
mil proezas contarían
y mil gestas relataran.
Más de cuatrocientos años
interminables batallas
San Marcos venció canallas
tanto propios como extraños.
Consciente de aquel pasado
a San Marcos postulé
y les juro que ingresé
como en un templo sagrado.
Con todo aquello en el alma
empecé mi recorrido
y lo que he visto y vivido
les voy a contar con calma…
SETIMA
Ya conté lo que pasó
en esos primeros días
de tanta palabrería
con que se nos recibió.
Pero quiero referirles
mis primeras impresiones
no permitan mis canciones
con mis palabras mentirles.
Llegar y ver tanta gente
caminando apresurada
distraída y alejada
con un gesto indiferente.
La basura amontonada
«los ‘chambas’ están de paro»
nos indicó sin reparo
una morena apurada.
«Chambas» eran los obreros
que habían paralizado
por el sueldo no aumentado
se habían puesto muy fieros.
Los jardines descuidados
«no hay obreros…» recordé
la mirada levanté
y vi los muros pintados.
Dónde estaban los guerreros
que luchaban por la paz
dónde estaban los demás
los osados los primeros…
Las juventudes ardientes
los muchachos con pasión
que son todo corazón
atrevidos y valientes…
En dónde estaba la gloria
en dónde el temperamento
dónde estaba el juramento
de los que hacían la historia.
Estaba desconcertado
receloso confundido
estaba como perdido
estaba desengañado.
Sé que muchos me dirán
que era un niñito engreído
«muchachito consentido»
«pituco» me tacharán.
Pero déjenme seguir
tan sólo voy comenzando
quisiera seguir cantando
que hay mucho para decir.
Será por mi educación
o por mi estrato social
perdonen por ese mal
no elegí mi condición.
Las ideas enredadas
estaban en mi cabeza
perdonen por mi torpeza
y por las cosas contadas.
Pero he jurado cantar
las cosas que yo sentí
es por eso que escribí
lo que oyeron recitar.
Estos fueron sentimientos
encontrados prematuros
apurados inseguros
y nunca razonamientos.
Buscaba la maravilla
la legendaria Ciudad
y me di con la verdad
y con sus muros de arcilla.
Nos cuentan cosas bonitas
cuando cuentan los mayores
y olvidan esos señores
maldades y basuritas.
Pero con todo encontré
bastante para contar
y si me dejan hablar
a ustedes se los diré.
Que pasada la impresión
San Marcos me puso el sello
y hoy le digo a voz en cuello:
«¡Es tuyo mi corazón!».
OCTAVA
He visto cosas y casos
que les quiero relatar
¡adentro! y a comenzar
aquí arrancan nuestros pasos.
Mil personas conocí
mil ideas escuché
y mil veces conversé
y otras tantas discutí.
Empecé por curiosear
preguntándole a cualquiera
y aquellas cosas que oyera
se las voy a relatar.
Cincuenta mil estudiantes
tiene la Universidad
y de esta comunidad
todos somos integrantes.
Pero de todos son pocos
los que apoyan a un partido
que muchos que he conocido
mirando se hacen los locos.
Montones de indiferentes
aburridos de escuchar
la cháchara y el hablar
de incapaces dirigentes.
La década del ochenta
fue una década fatal
porque la marcha social
se hizo penosa y lenta.
Los sesentas conmovieron
el ambiente sindical
pero pasado el caudal
los ánimos decayeron.
El discurso populoso
no produjo resultados
siempre los más exaltados
eran los más mentirosos.
Con el tiempo corrompieron
las palabras y los gestos
y pronto los manifiestos
convocatoria perdieron.
La masa se descreyó
de tanto politiquero
de tanto bicho insincero
que cínico les mintió.
Se equivocan los que creen
que es muy fácil engañar
al pueblo con recitar
esos discursos que leen.
De tonto no tiene un pelo
el pueblo no es un pelele
y la mentira le duele
y acrecienta su recelo.
Así se había perdido
la confianza en los discursos
maquiavélicos recursos
del falso y del «corrompido».
El pueblo no sabe hablar
palabras enrevesadas
que las gentes ilustradas
acostumbran mencionar.
El pueblo puede hablar mal
no domina el diccionario
ni tiene vocabulario
pero se rebela igual.
Es así que se cansó
de tanta palabrería
de tanta melosería
que de nada le sirvió.
Por eso cuando llegué
hallé mucha indiferencia
«ya se acaba la paciencia
de nuestro pueblo» pensé.
Y me puse a averiguar
sobre gustos y tendencias
y tras muchas reticencias
la gente me empezó a hablar.
Poco a poco comprendí
de ideas y posiciones
y en las siguientes canciones
contaré lo que aprendí.
NOVENA
Vamos yendo con el canto
por nuestra Universidad
mirando la realidad
sin vergüenza y sin espanto.
En el Campus levantado
hay un gigante coloso
que algún rector orgulloso
hizo por verse afamado.
Hoy se encuentra convertido
en hotel al descampado
porque el amor ha encontrado
en nuestro estadio su nido.
Estadio Monumental
monstruo de puro cemento
más de ochenta mil asientos
grandioso y fenomenal.
Totalmente inoperante
desde hace ya buenos años
nadie repara los daños
de vándalos e ignorantes
Discreto y muy alejado
de los demás pabellones
rienda suelta a sus pasiones
allí le da el alumnado.
Una noche quién no ha ido
meloso y abrazadito
quién no se ha dado un besito
por las sombras protegido.
Amores autorizados
y otros amores prohibidos
siempre son bien recibidos
y jamás son revelados.
Las paredes de concreto
son amigas verdaderas
y guardan las escaleras
celosas cada secreto.
Estadio querido amigo
compañero inolvidable
con las mujeres amable
de los amores testigo.
Dime quién no te ha pisado
y quién en tus graderías
no ha pasado algunos días
de feliz enamorado.
Te vas a quedar grabado
por siempre en nuestra memoria
tú que conoces la historia
de todito el alumnado.
Formas parte de San Marcos
de su leyenda sagrada
con tu cancha con tus gradas
con tus pistas y tus arcos.
Y ahí no más a tu lado
a eso de noventa pasos
encontramos los retazos
de un comedor descuidado.
Existen dos comedores
en esta Universidad
uno adentro en la Ciudad
y el otro para «doctores».
El comedor principal
según la gente comenta
es llamado «muerte lenta»
y es algo tradicional.
Está en la calle Cangallo
junto a la Morgue Central
por eso el apodo tal
que causa más de un desmayo.
Allí son las reuniones
allí van los compañeros
con distintos derroteros
de varias agrupaciones.
Sé que allí se ha discutido
de política a montones
defendido mil opciones
creado más de un partido.
Entre sopas de verduras
y arroz con pollo «volado»
discute el estudiantado
de carencias y premuras.
Los que estamos estudiando
en la Ciudad no podemos
a la hora que comemos
irnos hasta San Fernando.
Por eso hay un comedor
en el Campus instalado
y todo el que allí ha almorzado
no olvidará «ese sabor».
La comida es poca y mala
quién será ese cocinero
que a veces en el puchero
un pelito nos regala.
Un adobo donde el chancho
no se ve ni por asomo
y de qué será ese lomo
que nos ponen en el rancho.
Y si es mala la comida
mucho peor el servicio
hay que hacer el sacrificio
que el burócrata decida.
Cola para dar boleto
y cola para almorzar
cómo no se va a cansar
de hacer cola el esqueleto.
Y si no llegas temprano
perdiendo clases por eso
no vas a encontrar ni un hueso
y tu cola será en vano.
Y si tomas desayuno
al diablo con las labores
no conoces profesores
ni asistes a curso alguno.
Resulta a final de cuentas
de tanto tiempo perdido
que preguntas aburrido
si estudias o te alimentas.
Por eso los comensales
del uno y del otro bando
andan siempre protestando
quejándose de esos males.
No es que nos guste gritar
ni andar buscándonos líos
pero los derechos míos
no me los pueden quitar.
No nos hacen un favor
ni es limosna la que dan
porque es nuestro cada pan
que existe en el comedor.
Y esas no son gollerías
son derechos conquistados
por los muertos olvidados
de pasadas rebeldías.
Y por último el transporte
cada día está peor
pero vamos con humor
y aguantamos «por deporte».
Pero el «burro» se nos muere
está viejo y desgastado
pobre carro maltratado
avanza porque nos quiere.
Las lunas nunca las vi
los asientos destruidos
por estudiantes bandidos
que a veces viajan allí.
Y la unidad más moderna
ya tiene más de diez años
y nos dicen con engaños
«es muy fuerte y es eterna».
También tengo que contar
que hay salvajes e ignorantes
que son «nuestros semejantes»
y tenemos que educar.
No se puede permitir
que unos cuantos asociales
nos embarren con sus males
y nos quieran destruir.
«Burro» Estadio y Comedor
la trilogía famosa
que San Marcos orgullosa
defenderá con amor.
DÉCIMA
De la política diaria
ahora mismo voy a hablar
que aquí vamos a «dentrar»
en la vida partidaria.
Quitando a los desconfiados
a los simples arribistas
a los ciegos egoístas
que no miran a sus lados.
Quitando a todos los dichos
nos queda para este cuento
un pequeño firmamento
de algunos tipos y bichos.
Al tiempo de mi ingresar
al claustro universitario
el viejo FER legendario
terminaba de expirar.
Y hace mucho los APRISTAS
no tienen la hegemonía
perdió su «bufalería»
ganaron los COMUNISTAS.
Se formó la IZQUIERDA UNIDA
y terminó por romperse
al tiempo ya pudo verse
a la izquierda dividida.
La derecha en ese tiempo
carecía de presencia
y parecía demencia
poder tomarla de ejemplo.
Del MIR quedaban algunos
ya sin «lucha» y sin «armada»
eran historia pasada
con gritos inoportunos.
Y la izquierda se mostraba
a pesar de sus problemas
el mejor de los esquemas
que al estudiante quedaba.
Pero tanta división
tanta ambición personal
a la izquierda le hizo mal
y esa fue su perdición.
Fui testigo de excepción
de cómo se fue escindiendo
de cómo se fue partiendo
toda la izquierda y su unión.
«Moderados» «radicales»
eran dos grandes facciones
que en época de elecciones
se mostraban fraternales.
Bastaba que concluyera
el proceso electoral
y la batalla campal
comenzaba «a la primera».
Luchaban por el «poder»
y por la Federación
de Estudiantes ilusión
que muchos gustan tener.
Se peleaban entre hermanos
cual feroces enemigos
y todos fuimos testigos
de esta guerra entre villanos.
La izquierda la conformaban
el PUM (los mariateguistas)
el PARTIDO COMUNISTA
UNIR y MAS se agregaban.
Y algunos partidos más
el FOCEP los SOCIALISTAS
conformaban esas listas
de «rojos hombres de paz».
Izquierdistas de café
hablaban de rebelión
pero nunca en una «acción»
a ellos los encontré.
Se empeñaban en captar
adeptos entre nosotros
«no les crean a los otros…»
nos decían sin cesar.
Y la izquierda se quebró
y el UNIR quedó más fuerte
pero muy pronto su muerte
la realidad anunció.
De un lado los BOLCHEVIQUES
con sus líderes pelearon
aquellos que se quedaron
se dijeron MENCHEVIQUES.
Sería por recordar
a Rusia y su rebelión
a aquella revolución
cuando tumbaron al Zar.
Los SOCIALISTAS lograron
soportar el ventarrón
y en su torpe pretensión
sin sus «bases» se quedaron.
Se fueron atomizando
entre ellos se insultaban
se peleaban y peleaban
y se seguían peleando.
Se decían «vela verde»
nadita se respetaban
las promesas olvidaban
y la esperanza se pierde.
Y los años se pasaron
entre peleas y líos
entre uniones y «amoríos»
los años se nos fugaron.
La izquierda no maduró
y se perdió en discusiones
ambiciones y pasiones
en broncas de «sí» o que «no».
Es mi humilde parecer
es mi sencilla opinión
pero creo en mi razón
que erraron su proceder.
Tenían con qué ganar
iban al par de la historia
pero perdieron la gloria
entre tanto ambicionar.
Debieron quedarse juntos
luchar a «brazo partido»
pero sólo han conseguido
hacerse vivos difuntos.
Confieso que yo tenía
puesta en ellos mi esperanza
pero perdí la confianza
ante tanta porquería.
Mentían ¡cómo mentían!
las verdades las callaban
y todito lo ocultaban
y mil cosas prometían.
En los años que han pasado
en el tiempo transcurrido
jamás he visto cumplido
nadita de lo jurado.
Perdieron tanto terreno
que las «momias» resurgieron
los «pituquitos» salieron
y nadie les puso freno.
Y renació la DERECHA
y con fuerza se metió
con prontitud ocupó
cada hueco y cada brecha.
Eran los INDEPENDIENTES
que querían estudiar
nos metieron su cantar
sus sonrisas y sus dientes.
Los jóvenes «estudiosos»
cansados de tanto engaño
se metieron hasta el baño
responsables respetuosos.
Prometieron renovar
la vida universitaria
y su charla «libertaria»
les dio votos que ganar.
Así las cosas están
con la IZQUIERDA dividida
la DERECHA renacida
otros grupos llegarán.
Por eso tengo que hablar
de grupos no muy legales
sus bondades y sus males
enseguida he de narrar.
UNDÉCIMA
Y veo que voy a entrar
a un tema muy peliagudo
sin más espada ni escudo
que mi verso y mi cantar.
Decir toda la verdad
fue mi única promesa
no sé si será torpeza
o si será ingenuidad.
Pero no voy a callar
porque sería deshonra
tener la piedra y la honda
y negarse a disparar.
Aquí se vive una guerra
de terribles proporciones
y se matan por montones
en la costa y en la sierra.
Cada cual tiene su bando
y en eso yo no me meto
que yo tan sólo prometo
decir mi verdad cantando.
Sólo sé que hace diez años
se libra una cruel batalla
y me pregunto quién vaya
a remediar tanto daño.
Hay dos grupos rebelados
contra el Gobierno Central
y luchan de forma tal
que no han sido derrotados.
Así en la Universidad
que es todo un Perú en pequeño
hallamos sin mucho empeño
la terrible realidad.
En el tiempo en que llegué
ya la «cosa» comenzaba
ya «el partido» se mostraba
nacidito lo encontré.
También ya estaban aquí
los del traje verde olivo
decían «el Ché está vivo»
y otras cosas más que oí.
Grupos insignificantes
nadie les hacía caso
pero seguían su paso
lentamente y adelante.
Y empezaron a ganar
«agua para sus molinos»
¿soñadores o asesinos..?
Usted sabrá qué opinar…
Y esos grupos se crecieron
mucho más de lo esperado
algo había comenzado
y muchos no lo entendieron…
Los del «Marta» parecían
muchachos de «clase media»
leían la Enciclopedia
y educaditos lucían.
Eran cosa del pasado
recordaban los sesentas
aquellas luchas violentas
que libró el campesinado.
Eran hijos de Guevara
y de Cuba y de Fidel
montoneros a corcel
que esa época creara.
Al mirarlos recordaba
a los «Tupas» de Uruguay
no sé si relación hay
pero así lo imaginaba.
Eran chicos «burguesitos»
de una clase acomodada
que la veintena pasada
se sublevaron a gritos.
Será por ser cosa vieja
que en San Marcos no pegaron
con el tiempo se marcharon
con su charla y su conseja.
Sólo déjenme agregar
que sé que algunos murieron
yo no juzgo lo que hicieron
pero nos da qué pensar…
En frente de los «martacos»
con propuestas diferentes
agitaban las corrientes
los denominados «sacos».
Ellos forman «el partido»
y se llaman comunistas
detestan a los apristas
y al «viejo estado podrido».
Cuando recién ingresé
eran sólo «cuatro gatos»
que escribían garabatos
fanáticos de su fe.
Me acuerdo que pregunté
quiénes eran esos «cucos»
y me dijeron «terrucos»
y en la duda me quedé.
De ellos tan sólo sabía
lo que decían los diarios
revistas y semanarios
que en la casa yo leía.
Eran monstruosos y horribles
y fieros y sanguinarios
eran bichos ordinarios
espantosos y terribles.
Y con miedo los miraba
y los miraba extrañado
eran tan sólo un puñado
de gente que fastidiaba.
Pero los años se fueron
y yo seguía mirando
vi que fueron aumentando
y con el tiempo crecieron.
Y se fueron imponiendo
sobre los viejos partidos
eran tercos decididos
y ahora los estamos viendo.
Hoy no son «ese grupito»
ni son «un puña’o de locos»
ni son «tan sólo unos pocos»
y «su guerra» no es un mito.
Tienen muertos de verdad
chicos que dieron la vida
con pasión y sin medida
con toda sinceridad.
Hay muchachos que murieron
porque nunca se quebraron
porque nunca claudicaron
porque jamás se rindieron.
Estudiantes mutilados
con los brazos destruidos
y con los huesos partidos
y para siempre lisiados.
Se marcharon a la gloria
a «su gloria» si desean
pero luchan y pelean
y sueñan con «su victoria».
Que han pintado las paredes
y que todo lo violentan
y que asesinan y afrentan
ya lo juzgarán ustedes.
Que son ciegos y cerrados…
que no aceptan opinión…
ellos tendrán «su razón»
y «sus planes» ideados.
Sólo les digo que luchan
lo que es guerra para ellos
no entiendo sus atropellos
pero las balas no escuchan.
Yo he visto cómo lloraban
de pena y de sentimiento
yo he visto su sufrimiento
cuando a un «cumpa» lo mataban.
Yo no he venido a juzgar
sólo digo lo que veo
lo que se viene es bien feo
no se puede silenciar…
Han crecido como espuma
y ya vienen los soldados…
¡Dios nos coja confesados
en medio de tanta bruma…!
DUODÉCIMA
Así las cosas están
arden como en el infierno
se nos olvida el invierno
de tanto calor que dan.
Dicen que los sanmarquinos
somos «rojos» «terroristas»
«asquerosos comunistas»
«bandoleros» y «asesinos».
Dicen que somos el nido
del terror y de la muerte
y está echada nuestra suerte
y ahora sí estamos perdidos.
Hace tiempo nos molestan
y nos acusan de todo
y ya no encuentran el modo
de decir que nos detestan.
Que somos todo lo malo
que somos la perdición
que no tenemos perdón
y que merecemos «palo».
Que somos toda la causa
de la crisis nacional
que fomentamos el mal
constantemente y sin pausa.
Aquí sólo se conspira
y se planea atentados
porque somos los malvados
los dueños de la mentira.
Nada bueno puede haber
en San Marcos porque en Ella
la muchachita más bella
conspira contra el poder.
Y de todo nos acusan
no nos dejan defender
nos pretenden ofender
nos atacan nos azuzan.
Parecemos lo peor
lo más inmundo y mundano
somos el loco el villano
el bandido el salteador.
Y se placen en decir
que nosotros comenzamos
y que nosotros buscamos
hacer llorar y sufrir.
Y resultamos culpables
de toda la dejadez
con toda desfachatez
nos hacen los responsables.
Y nos quitan las partidas
y bloquean donaciones
y ya no dan subvenciones
o las tienen escondidas.
«Política Educativa»
¡vaya frase inconsistente!
pues se olvidan simplemente
que San Marcos está viva…
Como a cadáver nos trata
y no nos quiere nadita
el Estado todo quita
y nuestras manos las ata.
No se puede investigar
no hay libros ni bibliotecas
no reparan las carpetas
ni hay sitios dónde estudiar.
La ciencia no se fomenta
ni se fomenta el saber
del que desea aprender
se burlan cuando lo intenta.
De la vivienda ni hablar
la hicieron y ya bastó
y quien la hizo olvidó
que se tiene que cuidar.
Los servicios no funcionan
el «burro» se está muriendo
y lo que estamos comiendo
nuestras tripas no perdonan.
Y la desidia oficial
nos mata de a poquititos
porque somos los «malditos»
y quieren nuestro final.
Y después de intervenir
el Campus como su casa
la «parca» nos busca en caza
nos vienen a perseguir.
Que somos los apestados
sin juicio somos culpables
que somos los detestables
criminales y avezados.
Como la «poli» no puede
contra tanto forajido
no sé quién ha decidido
que el ejército se quede…
Y de buenas a primeras
se meten con rifle en mano
como buscando a un villano
en salones y escaleras.
Y vienen «dizque» a ayudar
y a brindarnos un servicio
y por tanto sacrificio
les tendremos que pagar…
Y se ponen a pintar
de verdes nuestros murales
nos miran como a animales
y nos quieren arrestar.
Todo de un solo color
parecemos un desierto
ya San Marcos huele a muerto
hay rabia miedo y rencor.
Creen que con su pintura
solucionan los problemas
¡qué pobres son sus esquemas!
y qué grande su locura…
Pretenden solucionar
problemas que ellos causaron
cuando hace tiempo olvidaron
a San Marcos y su andar.
Se presentan «salvadores»
reponen la «autoridad»
nos hablan de libertad
y se portan cual captores.
Debemos agradecerles
humildemente su gesto
y lanzar un manifiesto
y algún tributo ofrecerles…
Y nos tratan a patadas
como a enemigos nos miran
con sus fusiles nos tiran
y nos preparan celadas…
No podemos protestar
que le llaman «sedición»
y nos meten a prisión
y empiezan el «apalear».
Nos quieren ver calladitos
como buenos estudiantes
¡militarotes pedantes!
nos quieren ver formalitos.
Nos revisan las mochilas
y nos piden documentos
controlan los movimientos
y nos ordenan en filas.
Ponen francotiradores
y vigías en los techos
y son tantos sus pertrechos
que parecen sitiadores.
Y los actos culturales
son en todo controlados
porque creen los soldados
que son peligros reales.
Porque hay huaynos «subversivos»
y poemas «radicales»
porque hay «llamados formales
a hacer actos delictivos…».
Y acaso la poesía
y las humildes canciones
vayan a dar a prisiones
porque son «apología».
Todos somos subversivos
pero nos tiene paciencia
y es gracias a su «clemencia»
que «toavía» estamos vivos…
ULTIMA
Pero ya voy terminando
que me empiezan a mirar
y no vayan a pensar
que ya me estoy sublevando…
Sólo déjenme decir
que el rumbo no se detiene
que el terremoto se viene
y nos puede destruir.
Que nada se va a arreglar
con pintura y con soldados
que no estamos derrotados
ni nos vamos a callar.
No se puede silenciar
la verdad de nuestra historia
será nuestra la victoria
no lo pueden remediar.
La conciencia popular
ya prendió y está creciendo
y por lo que yo estoy viendo
ya no se puede cortar.
Yo no creo en los partidos
yo no creo en las consignas
yo no creo en las insignias
ni en mandones «corrompidos».
Porque el pueblo es el gigante
y ha empezado a caminar
y nadie lo va a frenar
y ha de seguir adelante.
San Marcos es el Perú
todos somos sanmarquinos
andamos nuestro camino
y tan sólo faltas tú.
Vamos juntos compañero
codo a codo y de la mano
vamos hermana y hermano
que juntos somos de acero…
Como una sola pasión
como un río desbordante
como un puño desafiante
con una sola canción…
FIN