Contrapunto insospechado (Henríquez, 1996-1998)

Gracias al poeta chileno Alfonso Larrahona Kästen, amigo tanto de Francisco Henríquez como mío, pude establecer contacto con el poeta cubano radicado en Miami.
La primera carta que le envié fue de presentación, a fines de 1995. Me respondió, el 08 de enero de 1996, y me remitió una serie de direcciones de revistas a las que me animaba para que remitiera mis trabajos, y unas composiciones suyas entre las cuales destacaban sonetos y décimas. Entusiasmado, le remití una segunda carta el 02 de febrero de 1996, adjuntándole dos de mis mejores décimas, «Gallo viejo» y «Para todos», y recibí su correspondencia el 10 de febrero, una misiva en la que, literalmente, «demolía» mi trabajo, marcando errores y aclarando conceptos. Al final de la misma decía: «me perdonas la descarga, pero es que yo no puedo aceptar que la décima decaiga…»
Más adelante, Francisco Henríquez se convirtió en mi Maestro de la décima, corrigiendo y aconsejando, buscando que mi verso sea cada vez más pulido y aspirando a que la décima se convierta en Poesía. Es ya célebre, entre los decimistas peruanos, la carta-conferencia que me remitió el 18 de abril de 1996, en la que muestra y demuestra cómo se debe hacer una buena décima. Copias de esta carta se distribuyeron, entonces, entre los que nos reuníamos en la que fuera la casa de Nicomedes Santa Cruz, en el jirón Pastaza, en Breña, tradicional distrito limeño, bajo la presidencia de César Huapaya Amado, alma de la Agrupación de Decimistas del Perú (ADEP) y cuyo Maestro, Lázaro Salgado, casualmente, tampoco era peruano, sino chileno.
En más de una oportunidad le solicité a Francisco Henríquez hacer, entre los dos, un contrapunto, pero siempre, amablemente, se disculpó. Lo cierto fue que empecé a escribirle mis cartas en décima y, a veces, él me respondía del mismo modo.
Ya, desde 1997, fue común que ambos nos carteáramos en décima.
Lo que sigue es el diálogo que sostuvimos durante años (lo seguimos sosteniendo, todavía); un «Contrapunto insospechado» que he ido recopilando con el tiempo. Cuando se vea una falta de correspondencia entre las cartas o cuando uno presenta dos o más seguidas, es, probablemente, porque, por apuro, falta de motivación o cansancio, el otro apeló a las cartas tradicionales en prosa, que no se incluyen. Creo que este es un material interesante para demostrar, ya en el siglo venidero, cómo ingresó, con fuerza, la influencia de la poesía en décima cubana (la mejor del mundo, a mi entender) a nuestro país y contribuyó, así como el inmenso aporte, aún no esclarecido, traído por Huapaya desde Chile, a la formación de lo que denominamos la Escuela Peruana de la Décima.
Lima, abril de 1998

Lima, Perú, 20 de febrero de 1996

Escuchando tus consejos
reparé mis poesías
sabiendo lo que valías
por no sentirme tan lejos.
Dicen que saben por viejos
los diablos de vida larga
así por nada me embarga
lo que en tu carta me dices
yo aprendiz entre aprendices
te perdono la descarga…


Miami, 18 de abril de 1996

Espero no haber turbado
la paz de tu pensamiento,
ni herido en el sentimiento
tu valor más acendrado.
Tú estás en un elevado
pedestal de la cultura,
y en tu décima fulgura
con diafanidad la rima,
para que el cielo de Lima
brille en su mejor altura.

Si nuestro afecto transita
por el puente establecido,
te juro que el recorrido
tendrá una suerte infinita.
Todo el mundo necesita
saber del mundo lejano,
por eso extiendo la mano
sobre el ala de ese puente,
para darle un permanente
fulgor a mi meridiano.


Miami, 29 de mayo de 1996

Debiera aceptar tu reto,
porque sus méritos tiene,
y ante todo porque viene
de quien merece respeto.
Mas por hallarme sujeto
detrás de marcada meta,
sólo de una forma escueta
cada ofrecimiento enfoco,
para que reciba un poco
(de un total) cada poeta.

Lamento que tus colegas
-y mis amigos- de Lima,
quieran negarle a la rima
¡lo que tú ya no le niegas!
Para estar en estas bregas
y estar a medias, no vale…
Cualquiera se suma y sale
detrás de un poco de gloria,
pero lo olvida la historia
si después no sobresale.

Pero está bien. Cada quien
puede escribir lo que sienta,
si al hacerlo se da cuenta
que no puede hacerlo bien.
Aquí hay colegas también
que sufren de igual desliz,
pero un actor o una actriz
que no respete la norma,
sólo consigue una forma
de hacerse un poco infeliz.

Para hacer imperfecciones
la décima oculta el metro.
¿Cómo mancillar su cetro?
¿Cómo violarle sus dones?
Si nos gustan las canciones
no escribamos espinelas,
porque las altas escuelas
que pulieron esa estrofa
se resienten si se estofa
con nocturnas cantinelas.

Mas yo siempre me acomodo
con lo simple o lo profundo
que el mundo no fuera mundo
si en él no hubiese de todo.
Cada cual piensa a su modo,
y aún así un derecho cabe,
mas quien sabe que no sabe
sabe mucho, y ya con eso
por ser parte del progreso,
bien merece que se alabe.

Y sin más por la presente
con afectos me despido.
Perdona si por descuido
te parezco impertinente.
Dale un abrazo a la gente
que haciendo décimas va,
y yo mientras tanto acá
les haré la propaganda
diciendo lo bien que anda
la décima escrita allá.


Lima, Perú, 16 de junio de 1996

Gracias mil por la misiva
y por tus décimas bellas
ellas me alivian querellas
y me permiten que viva.
Como sigo en la ofensiva
no voy a dejarte en paz
así que respondo audaz
a tu carta mencionada
y en esta astuta jugada
mido tu calma y tu paz.

Y así como ya es costumbre
me cobijo en tu experiencia
y en tu certera sentencia
busco la luz que me alumbre.
Para llegar a la cumbre
necesito tu consejo
quiero mirarme en tu espejo
quiero medirme en tu paso
sabemos que en este caso
sabe más el diablo viejo.

Así sin darle más vueltas
mi «Luciérnaga» te doy
quiero saber dónde estoy
si son mis rimas esbeltas.
Ver si terminan absueltas
o mandadas al olvido
es por eso que te pido
tu opinión autorizada
quiero que midas mi alzada
y a ver si soy más que un ruido.

Aquí me quedo en la espera
de tu gentil opinión
quiero ver si mi canción
florece en la primavera.
Sea tu opinión cualquiera
GRACIAS por tu cortesía
disculpa por mi porfía
por mi joven terquedad
te remito mi amistad
tuyo. José Luis Mejía.


Miami, 23 de junio de 1996

Tus décimas han cambiado
como de la sombra al Sol.
¡Se diría que un crisol
de fuego puro han pasado!
Tu soneto no ha variado
porque siempre fue muy bueno.
Ya puedes en patio ajeno
y en patio propio sembrar,
pues nadie podrá infectar
de hierbajos tu terreno.

La décima debe ser
-además de bien rimada-
limpia y metaforizada
si quiere permanecer.
Como un nuevo amanecer
debe alzarse cada idea,
si no queremos que sea
sólo una prosa con rima,
donde el vocablo se arrima
por terminar la tarea.

La décima en «narrativa»
tiende -por necesidad-
a ser voz de realidad
y no voz de la inventiva.
Mas la metáfora aviva
la belleza del lenguaje,
cuando suelta en el paisaje
los pájaros de la luna,
y de la casa montuna
se descorre el cortinaje.

Busca en el piano del río
las ondas -teclas vibrantes-
que llenan los consonantes
con sílabas de rocío.
Despereza del estío
la cuaresmal somnolencia,
y recoge la cadencia
de la tarde cantarina,
que en la casa vespertina
ya sentó su residencia.

Haz que el órgano del llano
tu nueva canción asista,
y que tu palabra vista
desnuda como el verano.
Desabotónale al guano
-verde candor de la choza-
la blusa con que retoza
la tímida enredadera,
que el alba -azul costurera-
tejió con su gracia moza.

Si la poesía es
el reverso de la prosa,
cuando se escribe una cosa
debe escribirse al revés.
Si no ningún interés
por lo nuevo traería…,
porque aquella poesía
que la sociedad entiende
ya sabemos que trasciende
pero es sólo sol de un día.


Lima, Perú, 06 de julio de 1996

Mucho me alegra Francisco
ver que tus Versos Diversos
son los pétalos dispersos
de las rosas de tu risco.
Así el canto más arisco
y la rima más coqueta
se imprimen en tu carpeta
con tan fina sencillez
que permíteme esta vez
decirte: Señor Poeta.

Te luces una vez más
en la décima y sus cuitas
glosas muy bien lo que citas
y no pierdes tu compás.
No te permites jamás
facilísmos ni licencias
escuchas tus advertencias
labras siempre tu terreno
y en campo tuyo o ajeno
siembras muy bien tus sentencias.

Si ha mejorado mi verso
-como lo dices gentil-
es por tu fe pastoril
en este viejo converso.
Tú viste que en mi reverso
la décima se asomaba
viste brillar en mi aljaba
el acero de una flecha
y confiaste en mi cosecha
y el abono que quedaba.

Los rigores de Espinel
contigo los aprendí
tú pedías más de mí
yo buscaba más en él.
Así papel tras papel
fui corrigiendo mis yerros
fui trepándome en los cerros
de tu bendita experiencia
y logré -con insistencia-
alejarme de los perros.

Así peldaño a peldaño
iré escalando a la cumbre
con la recia certidumbre
de alejarme del rebaño.
Ser mejor año con año
exigir más a mi rima
buscar alcanzar la cima
versando claro y sencillo
con versos como el anillo
que enaltece y legitima.

Yo sé que el camino es duro
y abundan las tentaciones
sé que sobran ocasiones
que invitan a lo seguro.
Muchos alcanzan el muro
pero al trepar se acobardan
para no arriesgar se guardan
cantando burdas historias
no saben que las victorias
llegan aunque siempre tardan

Para cantar cualquier cosa
mejor rompo mi guitarra
el canto de la cigarra
nunca sedujo a la rosa.
Si la décima es hermosa
vale el esfuerzo y la pena
si es vulgar es la condena
de incapaces aprendices
sólo sirven las raíces
si están firmes en la arena.

Por eso no me permitas
aflojar en el trabajo
si me tomo algún atajo
dispara tus dinamitas.
No aceptes que en mis visitas
traiga décimas baratas
y no temas si maltratas
mi orgullo con mis faltantes
de qué sirven los diamantes
entre gusanos y ratas.

Así te pido de nuevo
que leas lo que te mando
y encuentres el contrabando
que entre mis palabras llevo.
No importa si me remuevo
marca mi verso más gris
quiero llegar al país
de los grandes escritores
márcame pues mis errores.
Muchas gracias. José Luis.



Miami, 12 de julio de 1996

Gracias por el nuevo envío:
me sirve mucho de halago
recibir tan grande pago
por el pobre esfuerzo mío.
Nunca pensé que un vacío
pudiera encontrar el eco,
ni creí que un mundo hueco
fuera el ancho de tu mundo,
ni que tu cauce profundo
se hubiese quedado seco.

Ya siento que tu Amazonas
tiene un cauce definido
y con más alto sentido
recorre fértiles zonas.
Ya las aguas no amontonas
junto inútiles pantanos,
ni te abrasan los veranos
ni los eclipses te abruman
ni dejas que te consuman
soles de otros meridianos.

Ya levantas tu edificio
sobre un sólido cimiento,
sin llenar el pavimento
de mundano desperdicio.
Ya cumples con el oficio
de hacer la décima exacta,
y será una joya intacta,
para que nunca descienda
por la miserable senda
donde el vulgo la detracta.

Te devuelvo tus poemas,
(perdón, tu libro). Las faltas
son bien pocas, y bien altas
las misiones de tus temas.
Es la llama donde quemas
tus desvelados inciensos
y transformas en inmensos
mares de luz el paisaje,
que la chispa del lenguaje
calcina en rojos intensos.

Surge la palabra y gira
radiante, como si fuera
claro fulgor de una esfera
que sobre otra luz se estira…
Parece que en esa pira
la lengua su don retoma,
y en el monte del idioma
prende al panorama, fuego,
desde donde esparce luego
su más purísimo aroma.

Si envidiar fuera una vía
para ir a tu alta meta,
tus méritos de poeta
desde ahora envidiaría.
Y envidioso subiría
tu montículo elevado,
porque tras haber logrado
compartir tu misma altura,
por una prole futura
pudiera ser envidiado.


Lima, Perú, 19 de julio de 1996

Si Dios existe o no existe
ese es problema de Dios
pero existimos los dos
como canario y alpiste.
Cuando me amanezco triste
me llegan tus buenas nuevas
mis amarguras elevas
y transformas en sonrisa.
Cuando me llega tu brisa
se alumbran todas mis cuevas.

Me tiende trampas la vida
juega con mis ilusiones
y me tumba en las prisiones
de la mujer más querida.
Cuando me duele una herida
cuando la fe se me escapa
cuando la pena me atrapa
y me siento derrotado
viene mi canto-soldado
y me cubre con su capa.

Siento que sale mi verso
con la furia del volcán
la fuerza del huracán
y el ritmo del universo.
En mis décimas converso
con el rayo y la tormenta
soy la ráfaga violenta
soy abismo soy quebrada
soy la inmensa marejada
que contra el risco revienta.

En mi verso me libero
me redimo me agiganto
en las notas de mi canto
soy veloz y soy ligero.
Soy el audaz mensajero
de mi iracunda esperanza
soy mi apoyo y mi confianza
soy mi amigo más querido
soy mi rincón soy mi nido
soy mi ayuda soy mi alianza.

En mi verbo soy Mejía
en mi verso José Luis
y esta ciudad tan gris
soy chispeante rebeldía.
Si existe en mi melodía
esta fuerza que te cuento
es porque oíste mi acento
y sin pedirme papeles
me diste de tus laureles
de tu sol y tu momento.

Si hoy escribo -como dices-
correctamente mis rimas
es que buscando tus cimas
fui superando aprendices.
En tus giros y matices
en tus duras opiniones
fui adiestrando a los peones
de mis manos -poco a poco-
y en mi delirio de loco
fui componiendo canciones.

Pero te juro Francisco
que me estoy insatisfecho
quiero un cerco más estrecho
quiero más alto mi risco.
Quiero que mi verso arisco
dé más de lo que me ha dado
quiero un canto preparado
para grandes competencias
quiero lanzar mis sentencias
como ninguno ha lanzado.

Quiero escribir lo sencillo
para que todos me entiendan
quiero que a un tiempo se prendan
mis velas de mayor brillo.
Quiero que yunque y martillo
forjen mi verso cien veces
quiero que todos los jueces
me absuelvan de la derrota
quiero lanzar mi gaviota
contra los mejores peces.

Ser difícil y ser llano
ser el fuego y la nevada
ser llanto ser carcajada
ser el santo y el villano.
Ser el creyente profano
ser el profano creyente
ser entre toda la gente
sólo uno más por el mundo
ser altamente profundo
ser igual y diferente.

Dime cuál es el secreto
cuál el precio cuál la forma
cuál el misterio y la norma
cuál el paso cuál el reto.
Dónde obtengo el amuleto
la sangre y la dinastía
la copa de la ambrosía
y el signo de mi linaje.
Dime dónde empiezo el viaje…
Te abraza. José Mejía.


Lima, Perú, 18 de agosto de 1996

Cuando la muerte se viene
enmudecen las canciones
y se nos cae a empujones
el muro que nos sostiene.
Inútil que te serene
o que consuele tu pena
es la muerte la condena
más amarga de los hombres
borra tiempos borra nombres
quema el cardo y la azucena.

Desde siempre prisioneros
entre la nada y la muerte
fortuna poder ni suerte
pueden cambiar nuestros fueros.
Mueren grillos y jilgueros
mueren pumas y venados
mueren santos y soldados
y palomas y chacales
mueren todos los mortales
a la suerte de los dados.

Pero que vaya mi canto
a acompañar tu tristeza
y que lime la aspereza
de ese adiós que duele tanto.
Vaya mi voz como el manto
que cobije el desconsuelo
y como lluvia del cielo
sacie la sed que te embarga
y alivie en algo la carga
de la ausencia y su desvelo.

Cuando se pierde un amigo
algo en el alma se quema
queda inconcluso el poema
del labrador y del trigo.
Nace en el cuerpo un mendigo
que con la mano estirada
avanza cada jornada
pidiendo por el hermano
pero el destino villano
le dice «no tengo nada…»

¿Por qué razón existimos?
¿Quién nuestras almas enciende?
¿En dónde se oculta el duende?
¿Cuándo somos si morimos?
Somos frutas en racimos
somos partes de lo inmenso
somos el polvo indefenso
que el viento arrastra a su paso
somos victoria y fracaso
somos caída y ascenso.

Quisiera tener respuestas
quisiera saber verdades
quisiera sumar mitades
y equivocarme en las restas.
Quisiera que las apuestas
estén a nuestro favor
quisiera que con amor
la muerte al fin se muriera
quisiera una primavera
con la rosa siempre en flor.

Quisiera vivir despacio
en un mundo sin fronteras
sin estigmas sin banderas
sin más bordes que el espacio.
Pero del valle al palacio
hay aún mucha distancia
y miro con repugnancia
que la muerte invade todo.
Somos un montón de lodo
de soberbia y arrogancia.

Pero que siga la fe
alimentando este verso
y por todo el universo
caminaremos a pie.
Si no hay respuesta al porqué
y si todo es fantasía
que cante la poesía
y que germine el futuro.
Siempre tu amigo seguro.
Te abraza. José Mejía.


Miami, noviembre de 1996

Si en lo recóndito es donde
duerme lo desconocido.
Jamás el hombre ha podido
saber por que no responde.
Tras un misterio se esconde
la existencia, y otras veces
se envuelve en sus lobregueces…
Pero cuando la fulmina
cierto fulgor, ilumina
desde sus reconditeces.


Lima, Perú, 23 de diciembre de 1996

Sólo unas líneas Francisco
por mandarte mis saludos…
que en estos tiempos tan rudos
llegue la paz a tu risco.
El tiempo torpe y arisco
nos arrebata los días
y las pocas alegrías
se intoxican con la muerte…
La lógica del más fuerte
adelanta profecías…

Pero insisto en mi saludo
y en mis deseos de paz…
Ante el bruto ser audaz
es espada luz y escudo.
Que sólo se quede mudo
en su escondite el cobarde
y como sol en la tarde
que ilumina el horizonte
vámonos camino al monte
allí donde el viento arde.

En el monte de la vida
armados hasta los dientes
de versos inteligentes
de esperanza y bienvenida.
Que se pierda el homicida
que se arrastre en su veneno
nuestro canto como un trueno
anuncie tiempos de calma
y así que florezca el alma
del hombre sencillo y bueno.

Constructores… ¡construyamos!
el futuro nos espera
con su limpia primavera
y las flores que sembramos.
Sin esclavos y sin amos
sin tiranos ni sirvientes
iguales y diferentes
-cada uno con su nombre-
el hombre hermano del hombre…
el agua pura en las fuentes…


Miami Fl. 9 de enero, 1997

Sólo unas líneas José
Para llegar a tu lado,
y abrazarte esperanzado
con la mejor buena fe.
La vida oscura se ve,
se ve como cosa fea…
Todo lo que nos rodea
tiene cara de exterminio,
y el más negro vaticinio
lo impone la misma idea.

Nada mejor que las frases
que infundiendo paz arriban,
contra vientos que derriban
las torres de firmes bases.
Hay fieras de todas clases
por el monte y la pradera,
pues el hombre vil es fiera
que sobre el honor se arroja,
si no encuentra quien acoja
sus designios de pantera.

El monte y el mar profundo
tras las olas o los sauces,
esconde fieras con fauces
donde cabe todo el mundo.
La Tierra es un iracundo
jardín cercado de espino,
donde el viajero mezquino
contra el agua limpia viene,
cuando el prójimo no tiene
ni una sombra en el camino.

Mas, los ígnaros que son
los transmisores del odio,
después de oír un episodio
se irán con la transmisión.
Porque siempre la razón
triunfa contra la injusticia,
y ése que en tanta malicia
su torpe sentido envuelve,
verás que un día resuelve
suicidarse en su impudicia.


Lima, Perú, febrero de 1997

Siempre querido Francisco
tus palabras me levantan
cuando las dudas me asaltan
las atalayas y el risco.
Cuando me duele el mordisco
del cansancio y la apatía
vienen a salvar mi día
tus Irrevocables voces
como corrientes veloces
que me inundan de alegría.

Sé que vivir es un reto
y que soñar un pecado
pero peco fascinado
y me entrego por completo.
Avanzo sin más respeto
que el que le debo a los míos
enfrento piedras y líos
y traiciones cotidianas
con tus palabras hermanas
que me acrecientan los ríos.

Ignoro si soy poeta
eso lo dirán los otros
pero cabalgo mis potros
y persigo mi cometa.
No sé si queda en mi veta
suficiente mineral
pero entre bloques de sal
y entre piedras de carbón
el oro es buena ocasión
para sentirse inmortal.

Agradezco tus consejos
y tus palabras de amigo.
Que si caminando sigo
es que quiero llegar lejos.
Al mirarme en tus espejos
me cegó la Poesía.
Para alcanzarte algún día
tendré que vencer la muerte.
Un abrazo grande y fuerte
tu amigo. José Mejía.


Miami Fl, marzo de 1997

Tu carta, que desde Lima
llegó a mitad de febrero,
trae con ella un reguero
de fulgores de tu cima.
Cada vez que se aproxima
una cosa de esta altura,
la razón se transfigura
para darle un nuevo giro
al cristal por donde miro
tras huir de la negrura.

Tú has conseguido vencer
los más difíciles lances,
y ya para que me alcances
tendrás que retroceder.
Quizá baste detener
tus andanzas por ahí;
sentarte en el Potosí
que te regaló el destino,
y con un vaso de vino
ponerte a esperar por mí.

Pero como el paso lento
de mi edad llegó al ocaso,
nunca logrará mi paso
conseguir tu movimiento.
Por eso debes el viento
seguir sin preocupación,
ya que mi viejo bastón
se quebró bajo la carga
de los años, y una larga
ruta, señala el panteón.

Es la ruta del regreso
de haber ido no sé dónde,
por algo que no responde
o responde con exceso.
Por eso, amigo, por eso
si buscar el porvenir,
no pretendas deslucir
con apuros la alta esfera,
comenzando la carrera
del regreso antes del ir.


Lima, Perú, marzo de 1997

Siempre querido Francisco
tus cartas llegan a punto
y me salvan del asunto
del tiempo burdo y arisco.
Tu cariño lo confisco
para sentirme más fuerte
ya nada podrá la muerte
ni contigo ni conmigo
porque el que tiene un amigo
tiene vida paz y suerte.

Leo el Perfil de un Poeta
de Adalberto Hechavarría
un estudio que podría
ser un toque de trompeta.
La inmensa luz de un cometa
que nos marque el derrotero
para seguir con esmero
con respeto y con pasión
investigando tu son
y valorando tu fuero.

Siempre seré tu pupilo
porque fuiste mi maestro
porque este afecto tan nuestro
es bandera y es asilo.
Tú tienes marca y estilo
y talento y humildad
yo vivo con la ansiedad
de caminar a tu paso
porque tu luz no es ocaso
y tus años son verdad.

Sigue mandando consejos
retos marcas y tareas
te quedan muchas mareas
y el panteón está muy lejos.
Los volcanes que son viejos
tienen fuego y energía
a ti te sobra armonía
para seguir tu enseñanza.
Respóndeme sin tardanza.
Tu amigo. José Mejía.


Miami, mayo de 1997

Tú sigues igual que un gallo
picando de noche y día;
tu valla de fantasía
es voz ante la que callo.
Yo sigo con mi caballo
por la campiña cubana…
Pienso visitar La Habana
el próximo mes de junio,
¡Hay quien le llama infortunio:
veremos a ver quién gana!


Lima, Perú, 28 de mayo de 1997

Voces íntimas me llegan
desde Miami y confío
que son del maestro mío
los afectos que me entregan.
Cuando los malos me ciegan
viene la luz de tu verso
y despeja mi universo
y me deja ver el día.
Tu luz Francisco me guía
por este mundo perverso.

Dices que vas a la playa
de tu Cuba caribeña
dices que el cielo se empeña
en verte cruzar la raya.
Tú serás el atalaya
el fuerte el divisadero
por donde todo el esmero
de los cubanos valientes
irá tendiendo los puentes
de un futuro verdadero.

La unión es fundamental
entre poetas y hermanos
y entre todos los cubanos
es un llamado vital.
Sólo el rencor visceral
prefiere la desunión
porque un noble corazón
deshecha negras venganzas
habla de amor y de alianzas
de hermandad y de perdón.

Viajas maestro conmigo
te acompaño en la jornada
va mi esperanza apostada
y va mi afecto contigo.
Maestro noble y amigo
que todo sea alegría
y que reine la armonía
el respeto y la amistad.
Lo desea de verdad
tu viejo amigo Mejía.


Miami, 19 de junio 1997

Estas décimas te escribo
ya con un pie en el avión,
y esto es en contestación
a unas que de ti recibo.
Si mi alegría no exhibo
conocerás los porqués,
ya que todo el interés
que a llegar allí me alienta,
conforme eso me alimenta
también me crece el estrés.

Van tres décadas y media
de no ver aquellas playas,
sólo porque necias rayas
parten en dos la tragedia.
Pero esta burda comedia
ya casi al fin se aproxima,
pues esos que en la tarima
subieron, un día, al mono,
y huyeron luego, el encono
les echa la culpa encima.

No existe un buen General,
listo, inteligente y grande,
que a un ejército comande
bien, desde extraño sitial.
Aquende el gris litoral,
viejos males y rencillas
siguen regando semillas
que aumentan la división,
y con eso creen que son
«héroes a noventa millas».

En este «cuartel» los hay
de «puntería» tan diestra,
que ven la Sierra Maestra
en sus patios, ¡qué caray!
Y otros ven El Escambray
hasta en el calor del lecho,
y ya cuentan cómo hecho
sus patrióticos capítulos…
cuando sólo ganan títulos
de «patriotas bajo techo».

Te doy las gracias sinceras
por la dicha que me auguras.
¡Si hay dicha en las amarguras
el olmo es un mar de peras!
Pero agradezco que quieras
colorearme el panorama,
porque si tu voz derrama
luces, cuando yo te evoque,
será más ameno el choque
con el verdadero drama.

Gracias por recomendarme
con el genial director
de Francachela, un honor
del que tengo que alegrarme.
Mas ya quiero retirarme:
-cual buey cansado al aprisco-
a darle un voraz mordisco
a las hierbas que no tengo…
Tu me das un abolengo
que no es propio de Francisco.


Lima, Perú, 04 de julio de 1997

Espero que a tu llegada
a los Estados Unidos
estos versos mal tejidos
sirvan de alfombra prestada.
Espero que tu mirada
no traiga mucha tristeza
espero que la simpleza
y el coraje de tu Cuba
sean orgullo que suba
del pecho hasta la cabeza.

No importa lo que hayas visto
de pobrezas y miseria
que la más humilde feria
es siempre Feria ¡por Cristo!
Allá espera un pueblo listo
para el beso y el abrazo
con un cariño sin plazo
y un corazón sin demora
para construir la aurora
piedra a piedra trazo a trazo.

Sé lo difícil que ha sido
volar a tierra cubana
que tu visita a La Habana
provocó más de un quejido.
¡Cómo si volver al nido
fuera pecado en el ave!
Cómo pudiera ser grave
visitar a tus hermanos…
Sólo torpes y paganos
malogran algo tan suave.

No te me aflijas amigo
valor es jugarse el alma
y arriesgar cómoda calma
por ser vidente y testigo.
Ellos protegen su trigo
privilegios y semillas
ellos atizan rencillas
para conservar sus tierras…
¡Pobres valientes sin guerras!
«Héroes a noventa millas».

Qué saben ellos de gloria
qué saben de dar la vida
de cicatrizar la herida
y de cantar la victoria.
Ellos escriben la historia
borrando lo que molesta
inventando alguna gesta
desde el sofá de su casa.
Sabiendo que el tiempo pasa
quieren entrar en la fiesta.

Críticas y criticones
abundan en todas partes
en las ciencias en las artes
y en las cobardes legiones.
Se mojan los pantalones
al ¡bang! del primer balazo
y esconden el espinazo
con la primera explosión.
¡Vaya que es una legión
de cobardes sin reemplazo!

Te doy las gracias a ti
por contarme como amigo
feliz seré tu testigo
y escribiré lo que vi.
Un regalo para mí
es tu brillante amistad
limpia clara de verdad
sin rebuscos ni dobleces.
¡Siendo grande me engrandeces
con increíble humildad!

Tú no pides credenciales
para entregar tu cariño
¡tienes la virtud del niño
que regala sus caudales!
Porque no tienes rivales
porque eres luz en mi día
por tu grande valentía
-maestro amigo y hermano-
desde este suelo peruano
te abrazo, José Mejía.


Miami, 31 de julio de 1997

Ya de mi tierra volví
sin sentir el pesimismo,
pues he vuelto con el mismo
entusiasmo con que fui.
Es verdad que todo allí
pasa lento, torpe, igual…
pero es algo muy normal
cuando hay una situación,
donde las cosas no son
justas a nivel mundial.

[en la foto que me remite]
Quiero señalarte aquí
-sin necesidad de flecha-
que hacia la extrema derecha
está el Indio Naborí.
Pude disfrutar allí
días claros; noches brunas…
y aunque sufrí con algunas
cosas del suelo natal,
gocé con el «Festival
de la Décima en las Tunas».


Lima, 14 de agosto de 1997

Ya esta promediando agosto
y recibo tus afectos
siempre francos y directos
sin retaceos ni costos.
Sean caminos angostos
en la selva tropical
sean pena y temporal
las desgracias abundantes
¡más que un ciento de diamantes
vale la tierra natal!

Me alegro de tus jornadas
desde La Habana a Santiago
no fue tan amargo el trago
ni tan duras las espadas.
Tus monedas apostadas
-en el viaje- ya pagaron
ciento por mil y lograron
-tus ímpetus de patriota-
desmentir a cada idiota
de los que te maltrataron.

Valor no es andar en guerras
olvidadas -del pasado-
valor es volver armado
de amor a mirar tus sierras.
Valor es unir las tierras
que separa el egoísmo
valor es ser uno mismo
y estirar la mano franca
y ofrecer la «rosa blanca»
de la paz y el patriotismo.

Por eso te felicito
y me alegra tu amistad
casa fuerte que en verdad
tiene de piedra y granito.
Por tu coraje infinito
de apostar por el futuro
estoy sobrado y seguro
que veremos algún día
la incontenible alegría
de ver tumbado ese muro.

Y otra vez -mano con mano-
sin bajezas ni rencores
borraremos los colores
de este suelo americano.
Aquel será nuestro hermano
el de más allá también
y aunque no existe el Edén
que soñaron los abuelos
haremos de nuestros suelos
tierras de paz y de bien.

Me llegaron tus cuadernos
inmensos de poesía
en uno va tu hidalguía
en otro tus cantos tiernos.
Con versos nobles y eternos
los Decimistas Cubanos
se presentan soberanos
de la décima que tú
haces gloria en el «salú»
de ese Brindis entre hermanos.

Y hablando de «Festivales
de la Décima» te digo
que gracias a un gran amigo
encontré datos puntuales.
En «Internet» los puntales
de un «Encuentro» conocí
se celebra en Potosí
a fines del mes de agosto
no debe ser mucho el costo
con México cerca a ti.

Y en cuanto al noventa y nueve
me encantaría encontrarte
en «Las Tunas» donde el arte
no gotea sino llueve.
Discutiremos en breve
esa posibilidad
sólo te digo en verdad
que debemos encontrarnos
donde sea para darnos
¡un abrazo de amistad!


Lima, Perú, diciembre de 1997

Amigo mío y maestro
aquí te va mi saludo
porque el olvido no pudo
y no podrá hacerse nuestro.
De tu elegancia me presto
me presto de tu bondad
-de la sincera verdad
con la que vives tu vida-
y prosigo esta partida
donde el premio es la amistad.

Con la Carta y la Gaceta
-ambas líricas por cierto-
me llega tu pecho abierto
y tu amistad sin careta.
Sin que me crea profeta
yo te aseguro Francisco
que en el inmenso obelisco
eres hombre indispensable
-poeta y maestro amable-
señor del verso y del risco.

Quisiera por un instante
tener tu verso en mi pluma
pero voy -hombre de bruma-
más para atrás que adelante.
Dime maestro elegante
-que me nombras decimista-
tú que siempre tienes lista
una palabra que enseña
¿qué debe hacer el que empeña
su existencia en ser artista?

Acá sigo -verso a verso-
borroneando mil cuartillas
que entre pobres y sencillas
las ignora el universo.
Si con las musas converso
no traduzco su armonía.
Lejos de la poesía
pero terco y testarudo
desde Lima te saludo
tuyo, José Luis Mejía


Miami, diciembre de 1997

No me hizo nada feliz
que tu admirada revista,
se nos fuera de la vista
por un infausto desliz.
Ya, como una cicatriz
te recogerá la historia,
pero si de la memoria
quieres rescatar el eco,
debe rellenar el hueco
donde ha nacido tu gloria.

Anexarse nunca ha sido
voz de la inmortalidad
pues pierde su libertad
quien se queda sometido.
La voz es un pobre ruido
si viene por otras voces…
Para conocer tus goces
y comprender tus fatigas,
vale más que nos lo digas
con la forma que conoces.

Yo te aconsejo el rescate
de tu revista y su adagio
porque el ajeno contagio
me parece un disparate.
Vuelve a ser ese acicate
de identidad de una era…
Vuelve a recorrer la esfera
de los triunfos y las cuitas,
pero siempre ve a las citas
con la voz de tu bandera.

A través de tu expresión
tu voz crece y repercute,
mas no cuando se ejecute
por foránea dimensión.
Un medio de difusión
en donde quiera que estés,
solo expresa el interés
del lugar y del instante,
pero desde un sol distante
trasmites lo que no es.

Debe empezar otra vez
tu publicación ¡la tuya!,
la que el deber no rehuya
ni se pliegue con doblez.
Vuelve con la sencillez
de ese tú que eres el mismo.
Combate el anexionismo
o cualquier cosa que sea
valla que enmarque la idea
de herir tu nacionalismo.

Nadie te pide que vuelvas
«en busca de un editor»,
ni que en nada superior
de la cultura te envuelvas.
Pero sí que nos devuelvas
tu emblema de idealidad,
porque entre la oscuridad
del acontecer mundano
eres como un ciudadano
que perdió su identidad.


Lima, Perú, enero de 1998

Amigo mío y maestro
no comprendo tu actitud
¿Es «lo mío» más virtud
y más feliz que «lo nuestro»?
¿Es ser mejor y más diestro
andar solo por la historia?
¿Me olvidará tu memoria
por soñar integraciones?
¿Se perderán mis canciones
porque no aspiro a la gloria?

Tú que has visto y has sufrido
el dolor de la partida
¿no sueñas con ver unida
la América en que has nacido?
Ignoro si voy perdido
si mi nombre se disuelve
si el gran silencio me envuelve
y se olvida mi bandera
pero en la entrega sincera
mi vocación se resuelve.

Sólo es foráneo el traidor
el verdugo el asesino
el que riega mi camino
con veneno y con dolor.
El que respeta mi amor
el que me tiende la mano
el hombre que es ser humano
y ama la paz y la vida
será un alma bienvenida
porque es alma de un hermano.

Descuida mi buen amigo
-que me diste tu amistad
sin pedir identidad
ni papeles ni testigo-.
Tu afecto marcha conmigo
-noble Maestro- confía.
A golpes de Poesía
tumbaremos la muralla.
Dame tu fe en la batalla.
Tuyo, José Luis Mejía.


Miami, 29 de enero de 1998

Antes se oía tu voz
de tu revista a través
pero ahora tu voz es
como una brisa veloz.
El monopolio feroz
no significa unidad…
El monopolio en verdad
es más bien un egoísmo:
monopolio no es lo mismo
que internacionalidad.

El sueño americanista
de formar un solo lazo
lograba más fuerte abrazo
cuando estaba tu revista.
Pienso que es divisionista
la actitud de callar voces…
Al mundo que tú conoces
es mejor que tú le expreses
cuáles son tus intereses
tus tristezas y tus goces.

A tu patria y a tu gente
nadie los conoce bien,
desde un retirado andén
ni desde un distante puente.
Con las causas del ambiente
que te anima y te rodea,
puedes cumplir la tarea
de mantener la hermandad
sin que haya necesidad
de perder tu propia idea.

Ya sé que hoy estás allí,
en lo «allende», lo «acullá»
pero por no estar acá
te volviste un tú sin ti.
Puedes continuar así
si tú quieres, ¿cómo no?
Pero no olvides que yo
me sentiré como amigo,
que ya no trato contigo
sino con quien te tomó.

Para, de cada región
conocer la realidad
hay la gran necesidad
de mayor divulgación.
Para cada población
debe haber una revista,
que publique lo que exista
de lo malo y de lo bueno…
nada puede ser ajeno
para quien es idealista.

Si en cada rincón poblado
una revista existiera,
el mundo no padeciera
por tanto dolor, aislado.
Para estar comunicado
y conseguir más unión,
se requiere difusión,
pero perdemos escalas
si nos recortan las alas
de la comunicación.

Te digo en el cambalache
que la idea en que trajino,
no será en nuestro camino
comida que nos empache.
No será polvo ni bache,
ni turbonada ni risco…
¡ni siquiera un asterisco!,
pues con revista o sin ella
siempre brillará tu estrella
sobre mi cielo… Francisco.


Lima, Perú, 08 de febrero de 1998

Querido maestro-amigo
¡no sabes cuánta alegría
le traes a mi pobre día
cuando me encuentro contigo!
Ni me dices ni te digo
mentiras ni reverencias.
Tú me das las experiencias
de una vida madurada
yo te entrego la andanada
de mis fugaces urgencias.

Concuerdo es que es complicado
hablar con labios ajenos
tener lejos los terrenos
donde mi vida he sembrado.
Resulta muy delicado
esto de unirse a distancia.
Requiere perseverancia
grandeza y honestidad
para hablar con libertad
alejado de tu estancia.

Sé que el riesgo del olvido
es grande como la noche
sé que entregando mi broche
pierde lumbre mi vestido.
Ave que deja su nido
en busca de otros parajes
puede sufrir los ultrajes
del forastero ignorado
que busca por otro lado
lo que tiene en sus paisajes.

Y sin embargo confío
porque creo en la palabra
porque la piedra se labra
con cada beso del río.
Si es torpeza o desvarío
el tiempo nos lo dirá
hoy soy el hombre que va
compartiendo la aventura
de que una sola escritura
sea de Cristo y Alá.

Si me condenan de hereje
por darlas de ecumenista
que todo el género artista
me desconozca y me deje.
Que la miseria festeje
cuando llegue mi derrota
cuando mi terca gaviota
se estrelle contra la arena
sabré tragarme la pena
y beberla gota a gota.

Hoy que mi voz está allende
hoy que me ves yo sin mí
hoy que sientes que partí
mi voluntad se defiende.
Mi canto jamás depende
de otra cosa que mi voz
si el monopolio feroz
existe y quiere mi olvido
sabrás por qué siempre he sido
más astuto y más veloz.

Descuida porque Mejía
no perderá su cadencia
ni mi palabra su esencia
ni mi voz su rebeldía.
Hoy siento la algarabía
de compartir mis intentos
pero si llegan violentos
instantes para el combate
seré el primero que mate
la conjunción de los vientos.

Que soy gallo de pelea
ya te lo dije una vez
de un golpe me llevo a diez
y que pruebe el que no crea.
Si un mal hombre me golpea
si alguien quiebra mi bambú
o sí llega Belcebú
para quemarme las manos…
¡siempre me quedan hermanos
solidarios como tú!

Además debo contarte
que no ha muerto mi revista
anda buscando la pista
de la excelencia y del arte.
Sé que de un tiempo a esta parte
pareciera que no existo
pero te juro Francisco
que ando buscando mi aurora
y me tendrás sin demora
en cuanto me sienta listo.

Tú sabes que no es sencillo
fecundar publicaciones
ellas consumen millones
que van vaciando el bolsillo.
Pudiera hacer un castillo
con los miles que he gastado
y por más que este soldado
le tenga fe a la victoria
debo cuidar que la gloria
nunca me encuentre quebrado.

Cuando andaban mis POETAS
siempre EN BUSCA DE EDITOR
mil copias era el honor
en ediciones completas.
Ciento cincuenta carpetas
enviaba por correo
y era tanto mi deseo
de llegar a todo el mundo
que gastaba en un segundo
más oro del que acarreo.

Por eso cedió el galope
con que andaba cuesta arriba
porque a trompicones iba
como un terco siempre al tope.
En este lance miope
arriesgaba mi futuro
y hoy sé que nunca el apuro
hizo clarear más temprano
por eso voy mano a mano
escalando por el muro.

Hoy estudio un Doctorado
en Literatura y es
mi vocación del después
dictar cátedra letrado.
En San Marcos mi posgrado
trabajo con alegría
y así espero que algún día
al terminar mi carrera
haya valido la espera
la paciencia y la armonía.

También por templar la mano
hoy escribo narraciones
artículos de opiniones
que publico soberano.
En Chile país hermano
dos periódicos me editan.
Semanalmente me citan
desde hace ya varios meses
no me pagan los burgueses
pero tampoco critican.

He escrito sobre el aborto
la clonación y las fiestas
las drogas y las apuestas
sobre cien temas que exhorto.
Yo no sé si los conforto
con las palabras que escribo
sé que hay veces que recibo
ciertas felicitaciones
supongo que en mis pasiones
algunos muros derribo.

Como verás voy andando
por el mundo a paso firme
sin callarme sin rendirme
sin traicionar a mi bando.
No llevo de contrabando
ni mentiras ni fusiles
y en estos veintiocho abriles
que llevo pisando el charco
nunca olvidé que en mi barco
no hay sitio para reptiles.

He leído entusiasmado
tu texto para «Las Palmas»
¡vaya que tocas las almas
con tu amor de enamorado!
Tu palabra es el arado
que el sembrío necesita
es maza y es dinamita
que destroza la ignorancia
y es la sublime elegancia
del saber cosmopolita.

Das cátedra a los doctores
con un trabajo científico
que más que bueno ¡magnífico!
sobrepasa mis rigores.
Nos muestras como en colores
un desfile de belleza
donde la décima empieza
a mostrar su gallardía
su casta de Poesía
su valor y su grandeza.

Si lo autorizas amigo
buen camarada y maestro
a mis iguales les muestro
este trabajo que digo.
Quiero que prueben el trigo
de tu gran autoridad
quiero sentir la ansiedad
que vivirán cuando lean
quiero que aprendan y vean
a un poeta de verdad.

Así que si lo autorizas
recopiaré tu ponencia
la entregaré con la urgencia
y el amor de una nodriza.
Para limpiar la ceniza
para elevar nuestra altura
les mostraré tu lectura
de maestro en la espinela
de decimista que anhela
una décima más pura.

También felicito aquí
tu bella publicación
que grita de corazón
«Es que Cuba sigue allí…»
Por la patria de Martí
que sin conocerla quiero
te aseguro compañero
maestro grande y amigo
que conversando contigo
soy cubano y habanero.

También leí sin que falle
la entrevista que te hicieron
demuestras que no pudieron
hacer que tu verso calle.
Sólo me intriga un detalle…
si tú viajaste ¿por qué
defines como un traspié
la visita de Juan Pablo
si tu pueblo del que hablo
es grande y rico en su fe?

Es lógico en todo caso
que vives entre dos fuegos
entre ciegos y entre ciegos
entre fracaso y fracaso.
Ninguno dará ese paso
que tú diste y es preciso
nadie quiere un compromiso
muy pocos buscan la paz
el egoísmo voraz
no pide ni da permiso.

Nunca la fraternidad
le sirvió a los mercaderes
ellos enfrentan poderes
con cínica impunidad.
Viven de la ambigüedad
del conflicto y del rencor
saben que nunca el amor
le otorgará dividendos
viven de muertes y estruendos
de cañones y dolor.

Solo con la Poesía
defenderemos la paz
si el verso noble es audaz
derrotará la insanía.
Por eso lleva tu guía
al Encuentro de Canarias
y que tus décimas varias
alumbren sin condiciones
y que brillen tus canciones
como inmensas candelarias.

No creo que de mi suelo
-tan golpeado por Natura-
pueda asistir la figura
que cante de nuestro anhelo.
Por eso si el alto cielo
es tan bello como dices
lleva en tu voz los matices
de la décima peruana
¡que sepa la gente hispana
que sí tenemos raíces!

Que sepan que en el Perú
la tradición es muy larga
y que aceptamos la carga
como todos -como tú-.
Aquí germina el ombú
de la décima espinela
aquí también se desvela
el poeta canturreando
aquí estamos decimando
haciendo verso y escuela.

Lleva mi voz en tu verso
lleva mi verso en tu canto
que no hay sonrisa sin llanto
y no hay santo sin perverso.
Tú que en tu vasto universo
conoces la Poesía
enciende con tu armonía
tan importante jornada.
Tu amigo, tu camarada,
siempre, José Luis Mejía.


Miami, marzo de 1998

Acepto la explicación
que das por salir del paso,
pero contemplo tu caso
con mucha resignación.
Pienso que otra decisión
lo hubiera salvado todo,
y tuvieras de ese modo
tu buena revista intacta,
para caminar la exacta
ruta donde no hay recodo.

El padre de Juan y padre
de Juana, si tiene fibra,
la mejor contienda libra
para que el dolor no ladre.
Con la ayuda de la madre
y una condición humana
de la despensa cercana
busca mieles agua y pan,
y puede atender a Juan
sin desatender a Juana.

Los sacrificios son buenos,
pues bajo cualquier sentido,
si un dolor es compartido
entre muchos, duele menos.
Jamás todos los terrenos
debieran ser de una casta,
porque resulta nefasta
la expresión de ese desdén:
«que, si dos se quieren bien,
con uno que coma basta».

¡Pobre del padre, con más
miedo en el alma que miel,
que, porque nació Miguel
mandó a la muerte a Tomás.
Nunca entendió que jamás
la escasez tuvo importancia,
porque en la fúlgida estancia
de la que la sombra es parte,
la miseria se comparte
lo mismo que la abundancia.

Al ser humano lo asombra,
lo mismo que lo entusiasma,
y suele hacer un fantasma
hasta de su propia sombra.
Cuando la niebla lo nombra
huye como un avestruz,
o se echa encima la cruz,
y ya con la cruz en el hombro,
para asombrar el asombro
niega el fulgor de la luz.

Hoy, que tu hija convalece
huérfana y en casa ajena,
sé que sientes una pena
que por minutos te crece.
Su voz lejana estremece
como un alarido seco,
que desde un oscuro hueco
las soledades traspasa
y sólo llega a tu casa
con el susurro de un eco.

———————-

Punto y aparte: Me llega
tu decimario pulido,
con todo lo que has crecido
en decimística brega.
Mi sentimiento se anega
de mucha satisfacción,
al ver cuánta condición
firmes tienes como hombre
cuando tomaste mi nombre
para la presentación.

Puedes usar como quieras
los escritos que te mando,
siempre que le vayas dando
latitudes verdaderas.
Si es que tú los consideras
para tan alto obelisco,
levántalos de este risco,
y dales más valimiento,
que con agradecimiento
te lo pagaré… Francisco.


Lima, Perú, 19 de marzo de 1998

Querido amigo y maestro
compañero de mi canto
camarada del espanto
de ver perdido lo nuestro.
Aunque lo quiera el Siniestro
aunque lo sueñe el Atroz
aunque la rabia feroz
del Innombrable me estruje
nunca habrá poder que empuje
hasta el silencio mi voz.

No doy una explicación
«para salirme del paso»
porque al triunfo o al fracaso
llego ardiendo de pasión.
No tengas resignación
porque lo he salvado todo
pues creo que este es el modo
para mantener intacta
mi dignidad que es la exacta
ruta donde no hay recodo.

Si el padre de dos no gana
ni para comer su pan
tiene que atender a Juan
sin desatender a Juana.
Por eso a nadie profana
si alguien le ofrece trabajo
y abandona su relajo
y con sus hijos queridos
busca el calor de otros nidos
más arriba o más abajo.

Y no es menor sacrificio
lograr en otros nidales
el trigo de los trigales
y el sol de su beneficio.
No es bueno llevar a juicio
a quien sin ser de una casta
vive con ella y le basta
para llenar su almacén.
Juan y Juana comen bien
y el padre no se desgasta.

Nadie ha matado a Tomás
porque naciera Miguel
y el miedo con su corcel
no ha cabalgado jamás.
Aquí sobrando de más
siempre ha existido el amor
y nunca pudo el dolor
envenenar nuestra estancia
y entre mares de abundancia
la miseria se hizo flor.

Ni el fantasma de la sombra
ni la sombra del fantasma
la vida nos entusiasma
cuando la muerte nos nombra.
Vamos tejiendo la alfombra
con plumas del avestruz
vamos cargando la cruz
con la sonrisa más clara
porque alumbra nuestra cara
todo el fulgor de la luz.

En mi familia no hay hija
que convalezca exiliada
y no hay huérfana olvidada
que a la pena nos exija.
No escucho voz que me aflija
no escucho alarido seco
no sé del oscuro hueco
ni de amargas soledades
sólo sé de libertades
estruendosas como el eco.

Pero con todo Francisco
agradezco tus palabras
con tus consejos me labras
las aristas de mi risco.
Tú serás el obelisco
donde mi verso más gris
pueda alcanzar el país
de la inmensa Poesía.
Tu alumno siempre… Mejía
y tu amigo, José Luis.


Miami, Fl, marzo 29, 1998

Ríndete incondicional-
mente a tu mejor vecino;
¡que se lleven tu destino
con tu gloria y tu historial!
Regala el parque, el caudal
de la vigencia, la historia…
Da tu pasado, tu gloria;
dalo todo en la cruzada,
hasta que no quede nada
de valor en la memoria.

Si tu idea es la que prima,
vete y dile, como halago,
al alcalde e Santiago
que puede cogerse a Lima.
Si tal gesto te aproxima
a la unidad, según tú,
ponte un traje de tisú
y contento, vete dile
al presidente de Chile
que se quede con Perú.

Ve a la casa del Poeta
Neruda, y dale el consejo,
que se adueñe de Vallejo
como parte de su veta.
Que quite Palma la meta
y lo lleve de la mano,
y que diga que Chocano
en algún momento quiso
nacer en Valparaíso
y dejar de ser peruano.

De todas las cosas grandes:
El Machu Picchu, el ardiente
sol…, y si no es suficiente
regala también Los Andes.
Si piensas que así te expandes,
desenmarca las fronteras,
y deja que otras banderas
floten donde está la tuya,
para que la lengua fluya
más allá de tus riberas.

Si quieres ser un anexo,
sufrirás el exterminio,
bajo el cultural dominio
de un mundo más inconexo.
Tal vez les cambien el sexo
a los dioses de Atahualpa
para que, quien no te palpa,
por casualidad te encuentre,
como un punto inútil entre
Santiago y Tegucigalpa.

Después de entregar tu luz,
tu revista y tu progreso,
¡cómo ha de sufrir por eso
Nicomedes Santa Cruz!
No hagas como el avestruz
que por nada corre arisco;
¡que no te trague el mordisco
del monstruo que te rodea!…
Lucha con tu propia idea,
te lo aconseja, Francisco.


Lima, Perú, abril de 1998

Recibí la carta, amigo,
donde me das tu consejo,
y sé que eres diablo viejo
de tardes negras, testigo.
Te agradezco todo el trigo
de advertencias que me das
sé que me estimas, y es más,
sé que temes mi derrota
si viene el reptil y azota
con su aguijón por detrás.

Sé que piensas en mi bien
sé que los años te enseñan
que los malvados despeñan
a los hombres con desdén.
Temes que pierda ese tren
que me conduce a la gloria
temes que toda mi historia
se diluya en mi cruzada
y que convertido en nada
nunca alcance la victoria.

Pero insisto, sin embargo,
en mi loco pensamiento
y fiel a mi sentimiento
con mis ilusiones cargo.
Apuraré el trago amargo
hasta las últimas gotas,
por ver volar mis gaviotas
sobre tierra Americana
sin banderas, sin campana,
sin chauvinismos patriotas.

César Vallejo es leyenda,
como lo es Pablo Neruda,
sin requerir de la ayuda
de escarapelas, ni ofrenda.
Para que Palma defienda
sus famosas Tradiciones
no necesita lecciones
ni discursos patrioteros,
es inmortal en sus fueros
sin fronteras ni naciones.

Chocano vivió en el mundo
como el gran «Cantor de América»
y a la Península Ibérica
fue cien veces, errabundo.
Él con su canto fecundo
glorificó el continente,
él supo del grito urgente
de esta América que quiso
y en Lima o Valparaíso
fue el bardo más elocuente.

Machu Picchu no es peruana
es Inca, querido hermano,
monumento soberano
de esta tierra americana.
Los Andes son la membrana
que unifica nuestro suelo
y el cóndor nunca en su vuelo
discrimina las fronteras
porque no existen banderas
en las praderas del cielo.

De la Patagonia al Bravo
y de Lima hasta La Habana
toda la América indiana
es fierro del mismo clavo.
¡Nunca más un hombre esclavo
de cualquier imperialismo!
¡Nunca más el patriotismo
castrante y canibalesco!
El mañana gigantesco
es de unidad y optimismo.

Nicomedes Santa Cruz
no sufrirá cuando vea
la irresistible marea
de la cultura y la luz.
Se quebrará el arcabuz
morirá la tarde gris
y en el inmenso país
de la América Morena
¡compartiremos la cena
don Francisco y José Luis!