PRESENTACION
JOSE LUIS MEJIA HUAMAN (Lima-Perú, 1969)
Tiene en preparación la tesis «Manuel González-Prada y la renovación de la poesía en el Perú», la que sustentará para alcanzar el grado académico de Magister en Literatura Peruana y Latinoamericana en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima. En la misma Universidad de San Marcos obtuvo, en 1993, el grado de Bachiller en Derecho y Ciencias Políticas. Estudió en el colegio Nuestra Señora del Carmen, «Carmelitas», de Lima. Ha dictado los cursos de Metodología del Estudio, Historia del Perú, Historia Universal y Literatura.
Ha sido publicado en diferentes diarios y revistas del Perú como del extranjero. Sus poesías han aparecido en Alma Matinal, La Tortuga Ecuestre, Zorros de Arriba, Estación Com-partida y Gemación de Perú; Página Literaria y Nosotros y la Cultura de Uruguay; Pensamiento, Puerto Norte y Sur, Nuevas Páginas, Carta Lírica, el Diario de las Américas y la Gaceta Lírica de Estados Unidos; Balandros y Correo de la Poesía de Chile; Arboleda, Estrella del Sur, La Gaceta de Arroyomolinos y Pluma Libre y Desigual de España. Ha sido incluido en los libros La Generación del Noventa (Lima, Biblioteca Nacional del Perú, 1996) de Santiago Risso y Los besos incrustados en la arena (Antología del II Encuentro Internacional de Poetas, Lima, Casa del Poeta Peruano, Ediciones Maribelina Nº28, 1996) de José Guillermo Vargas.
Desde abril de 1993 es editor y director de la revista «Poetas En Busca de Editor», de la cual han aparecido treinta y un números; es, a su vez, editor de la «Colección Luciérnaga», en cuyo cuarto número se publica esta Selección de Poemas, que incluye material de tres de sus poemarios inéditos, Para Atrapar Una Luciérnaga Amarilla, Por esos días y Por seguir la tradición.
Índice
SIEMPRE HACIA EL SUR
4.
Como una flor vacía no doy fruto
como pan sin migaja no alimento
como pájaro herido por el viento
me desbarranco más cada minuto.
Esta noche la noche viste luto
no hay Luna que custodie el firmamento
se enrarecen el aire y el aliento
y sólo me enveneno si disfruto.
El arco sin el iris -sin colores-
sin pétalo la flor -sin mar la playa-
la mariposa inmensa y los dolores.
El punto el paso el péndulo la raya
la madre el sol la sal los impostores
y siempre -siempre tú- por donde vaya.
6.
Hay en el comedor sueños perdidos
en la cocina hay hambre y en la sala
una alfombra que piensa y que resbala
en el gran carrusel de los vestidos.
Empiezo por los techos abatidos
por la blanca pared que me acorrala
por el oscuro suelo que me jala
al corredor sin fin de tus sentidos.
Hay una luz inmensa si me esperas.
Navego por tu sed si me acompañas.
En mi cuerpo germinan tus fronteras.
Empiezo a deshacer mis telarañas.
Empiezo a cabalgar en tus riberas.
Empiezo a sonreír cuando me extrañas.
8.
«Fue domingo en las claras orejas de mi burro…»
(César Vallejo)
Es domingo en mis uñas y en mis dedos
en el perro que duerme y en mi cama
en el bosque de olivos y en la rama
donde cuelgan mis labios y tus miedos.
Es domingo en la sangre y sus viñedos
en el vino de Dios que se derrama
en el sermón del cura y en el drama
de hostias y culpas y ánimas y credos.
Es domingo en mi reja y en mi ceja
en mi estómago frágil y en mi silla
en tu pisada que jamás me deja.
Es domingo en mi barro y en mi arcilla
en mi risa en mi cólera en mi queja
en tu estrella del Sur que piensa y brilla.
10.
Construyo un puente para tu venida
en el agua infinita de la espera
en el solo rincón donde la fiera
está de tanta flor como dormida.
Camino entre mis llagas y tu herida
piso tus nieves por salvar mi hoguera
y en tus cajones busco la manera
de cosechar la fe que no se olvida.
Hay una torre. Hay un crucifijo.
Hay un alfil un mar y un bucanero.
Hay ocho tentaciones y un cobijo.
Un martillo una espada y un herrero.
Un sabor un saber un acertijo.
Un resto de la aurora en que te quiero.
PALABRAS QUE NADA DICEN
«Pero ésta no es una historia
sino veinte palabras
que nada dicen.»
(Washington Delgado)
3.
Viene la pena en mareas
viene la rabia a caballo
viene tu voz si me callo
y escucho aunque no lo creas.
Me extravío en las tareas
de forjar este metal
y me quemo con la cal
de tu silencio perdido
y entre el grito y el olvido
soy distancia y mineral.
4.
Caminante sin camino
inútil tantas fatigas
en las tiendas enemigas
no hay posada ni buen vino.
Peregrina el peregrino
el viento borra sus huellas
y las mujeres más bellas
se arrugan y se deshacen
todos mueren todos nacen
todos menos las estrellas.
17.
Un amor hecho de trigo
hecho de espuma y moliendas
un amor entre contiendas
sin demanda sin abrigo.
Un millonario mendigo
que se aferra a tu costado
un bergantín encallado
en las arenas del miedo
un toro negro en el ruedo
un torero desarmado.
20.
Y nada más que la tinta
no tiene lo que le pido
ni la palabra el sonido
para marcarte distinta.
Por tu seda por mi cinta
por el sitio en que te espero
por tu mano el vertedero
donde bebe mi esperanza
porque un suspiro me alcanza
para decir que te quiero.
ARLEQUÍN Y ASCETA
Tengo la soledad de las estrellas…
Trasunto soledad en mis caminos
hago mi nido al borde de los montes
no tengo amigos santos ni asesinos.
Voy persiguiendo abismos y horizontes
como viejo ladrón entre las sombras
escondo multitud de polizontes.
Mis huellas en la arena o las alfombras
no tienen ni han tenido compañía
(ya veo que ni ríes ni te asombras…).
No busco ni el placer ni la alegría
ni el castillo ni el dios ni la princesa
ni el dragón ni la espada ni la arpía.
Todos encuentran pan sobre mi mesa
abrigo y protección bajo mi techo
y un beso de ternura quien me besa.
Sé que el camino es áspero y estrecho
sé que no abundan manantial ni trigo
sé que los buitres viven al acecho.
No pido credenciales al amigo
no sé de la piedad con los traidores
ni explico por qué voy por donde sigo.
Si tengo un alma es llena de colores
si tengo un corazón es extranjero
si tengo una caricia son las flores.
Tan sólo el mar es noble y verdadero
(en él mi padre como vieja historia
navega capitán y marinero…).
Hace diez años desprecié la gloria
y me vestí de polvo y de cometa
sin nombre sin razón y sin memoria.
He fracasado de arlequín y asceta
de sabio de ladrón de amable y malo
de encantador de amante y de poeta.
Te ofrezco estas miserias de regalo:
mi verso gris mi falta de talento
mi lástima mi pie cuando resbalo
mi terca fe mi pérdida mi intento…
AQUELLA QUE LUCE GUANTES
«Y escribe siete poemas en el ala de las luciérnagas
Aquella que luce guantes de encaje nocturnal
Y las medias de seda bordadas con helechos o azucenas…»
(Margarita Kurt)
5.
No recuerdo otro lugar
por donde fuera mi labio
tan inocente tan sabio
tan brillante tan Altar.
Jamás he vuelto a tocar
la fe de tanta inocencia
tanto fuego tanta urgencia
tanta pureza tan pura
tanta salvaje dulzura
tanta decente indecencia.
6.
Mano con mano hermanadas
en la eternidad del rito
labio con labio lo escrito
en tus estancias tomadas.
Dos violencias delicadas
dos palomas descubiertas
playas anchas y desiertas
simas que labra mi boca
tanto sol que me provoca
abrir mis manos abiertas.
19.
A nadie con más respeto
he tocado y retocado
a nadie más he probado
con más unción y más quieto.
Te regalé mi secreto
bebí tu néctar divino
toqué tu fondo marino
besé tu mayor altura
y descansé en tu figura
y me sacié en tu camino.
20.
Nada tengo pero tengo
y nadie soy pero soy.
Si de tus labios me voy
hasta tus labios me vengo.
Recordando me entretengo
con esperanza y sin fe.
Yo soy el ciego que ve
el que sabe pero calla
el que perdió la batalla
y sigue muerto de pie.
VOLVER… ¿Y PARA QUÉ?
2.
Si voy andando fábulas y montes
recorro tus poblados y sus cumbres
adivino tus miedos y distancias
busco el eco sonido de tus luces.
Piso muertos y piedras y silencios
y las ocho miserias que nos unen
y los ocho setiembres postergados
a fuerza de ciudades y derrumbes.
La audacia no me sirve en el desierto
no me sirven ni culpas ni virtudes
ni el muñeco de trapo ni el misterio.
No quiero que te sientes ni acostumbres
no quiero un nombre archivo del recuerdo
no quiero que otras manos te desnuden.
3.
Hay distancias que nunca son distancia
hay auroras que son atardeceres
hay caricias que son como pinceles
y pinceles que saben a palabra.
Una mano dormida que en tu vientre
despierta tu mujer y tu ventana
tus láminas de oro tu cuchara
y tu boca sin lenguas y sin diente.
Algo nace en la flor de invernadero
algo se muere en el jardín de Dios
algo se pierde sin salir del pecho.
De nuevo las cenizas y el alcohol
de nuevo somos leña para el fuego
y la historia vulgar de una canción.
11.
Mi padre me enseñó que la esperanza
nos ayuda a vivir y nos levanta
nos llena de Luciérnagas el cuerpo
y disipa las nubes y el secreto.
Mi padre me enseñó que la sonrisa
ni ofende ni maltrata ni lastima
libra del llanto salva de la pena
y es bálsamo y es cura y es defensa.
Mi padre me enseñó que el Sur existe
y que la Luna llena me persigue
y que ser verdadero es lo que importa.
Mi padre me enseñó que entre la sombra
la amistad y el cariño son el fuego.
Mi padre me enseñó que amar es bueno.
12.
«Porque la muerte porque apenas porque más:
porque algún día porque todos porque quizás…»
(Oscar Hanh)
Escribo porque soy simiente y barro
porque mi padre vive en las mareas
porque nunca son muchas las tristezas
por mi fe por mi Luna por mi paso.
Escribo por mi madre y mis hermanos
porque nunca saldrán de tanta ausencia
por la sed por el vino por la pena
por el viento que lleva mis naufragios.
Escribo por estar y no morirme
por la palabra y todo su misterio
por todo lo que tiembla y lo que vive.
Escribo porque busco y porque espero.
Escribo porque el verso me persigue.
Escribo porque sepas que te quiero.
Y SIN EMBARGO…
Y sin embargo te mantienes intacta, y sin embargo vivo.
Quién sabe si a golpe de rutina te moleste o moleste tu imagen o te borre o me borre la marca que escribimos; quién sabe si el rencor se vuelva frustración y desaliento y Luna y sombra y soledad y olvido; quién sabe si quebraron los cristales para que nunca extrañes lo que fuimos, para que alumbres otros horizontes, otros labios, otros días sin nombre, otras edades y otros acertijos.
Yo no puedo decir que te conozco o sé de tus espacios, que es lo mismo, sólo sé de tu rastro, de tu planta, de tu gesto sin mancha ni arquetipo, sólo sé que persigo tus verdades, que nunca mi verano será el mismo, que estoy por una letra equivocado y por una palabra mal vestido, que vive la Luciérnaga en el pozo, mientras la Luna calla porque digo.
Insisto, en nada te conozco, no tengo tu silencio ni tu frío, ni el humo que dibuja tus fantasmas, ni los ocho setiembres que repito, ni el abrazo, con todo lo que sobra, ni la puerta, con todo lo que abrimos, ni lo que ignora el tiempo y lo que callo, ni lo que doy sin letras cuando escribo, ni la postal, ni el sello, ni la carta, ni el nombre que se esconde en este libro, ni la seca ansiedad de nuestros muertos, ni la sola razón de nuestro juicio.
En nada te conozco, sin embargo, estamos en el mismo laberinto, en el mismo rincón donde empezamos y con los mismos fuegos que encendimos.
ENCIMA
Corrió
como la saeta
como quien salva la vida
corrió
tan desesperado
buscando alcanzar la cima
corrió
corrió como nadie
aunque sangraba la herida
corrió
pero nunca supo
que la muerte le iba encima.
LA LLUVIA
Cesó la lluvia
los truenos se callaron
los rayos no se agitan encendidos
la tormenta con todos sus bramidos
se ha marchado.
Cesó la lluvia
las nubes se alejaron
el sol mostró sus rayos refulgentes
y su imponente estruendo las corrientes
han calmado.
Cesó la lluvia
los pájaros cantaron
inundaron el monte de alegría
las rosas más hermosas florecían
relucientes.
Cesó la lluvia
y todos olvidaron
los bosques arrasados destruidos
los pobres animales sus aullidos
y sus muertes.
SIN INSTANTES
Herido pero sin sangre
culpable pero inocente
complicada y simplemente
miserable.
Cubierto con lo que queda
cuando ya no queda nada
fiera voz triste mirada
grandes penas.
Vencido sin atenuantes
ausentes piedras y lanza
sin fuerza sin esperanza
sin instantes.
GAVIOTA Y MAR
Sopla el viento en el mar y tempestuoso
el océano se yergue cual gigante
y la playa golpea tan constante
que ha vuelto arena un espigón rocoso.
El mar es un arcano fabuloso
que guarda los secretos del amante
que impulsa a la gaviota que razante
busca alimento en vuelo peligroso.
La gaviota y el mar son compañeros
ella es toda dulzura y él es fuerte
ella aletea con vigor ligero
él es enorme él es imponente
y son amantes son aventureros
y en cada beso juegan con la muerte.
SI LO CRUZAS
Corre corre sin descanso
corre que el puente está cerca
no te rindas no te entregues
no sometas la cabeza.
Sigue rápido corriendo
confía en tu fortaleza
que no puedan darte alcance
los que matan lo que sueñas.
Que no logren capturarte
y que jamás te sometan
no rindas nunca la espada
atraviesa la maleza.
Abre trocha entre los bosques
rompe todas las barreras
que no vayan a vencerte
ni tropieces en las piedras.
No hagas caso al que te jure
que serán mayores penas
las que tengas si te atreves
a levantar tu bandera.
No hagas caso al que amenaza
al que nos da la tristeza
al que quiere que tu vida
se quede por siempre a medias.
No renuncies a la lucha
ni a mirar en las estrellas
esa chispa que te guía
y te salva y te refuerza.
Corre corre sin descanso
corre que el puente está cerca
si lo cruzas yo te salvo
yo te doy lo que tú quieras
si lo cruzas vida mía
ya no hay nadie que nos venza.
CAE LA TARDE
Ruge el volcán y vomitando muerte
al fuerte y al cobarde los calcina.
Cae la tarde.
Es sangre el horizonte
del monte ya no queda ni la sombra.
Son muchos los testigos que te acusan
(la blusa se rebela entre tus pechos).
Insisto.
Cae la tarde.
Hay un halcón -herido y moribundo-
(hay un balcón donde jamás te encuentro).
Qué importa lo que digan
tu sangre me envenena
y tu veneno es bálsamo que alivia
con una pizca de terror
y pena.
NEGRA MARIPOSA
Tiende sus alas
remueve el viento
trae las tristezas
de tiempo en tiempo.
Tiene tejido
sobre su cuerpo
sólo una frase:
llegó el momento.
Vive de muerte
vive de miedo
tiene su nido
en el cementerio.
Sabe que viene
sabe que espero
sabe que busco
su color negro.
MARIPOSA BLANCA
Trae armonía
tiene en sus alas
todo el misterio
de la esperanza.
Tiene una herida
tiene una hermana
tiene una lucha
que nunca acaba.
Vive en la vida
de los que avanzan
tiene su nido
dentro del alma.
Sabe que espero
cada mañana
ver en mis penas
sus alas blancas.
YO QUISE QUERER AL MUNDO
Y me persiguen, ¡traidores!
Siempre fueron sin entrañas,
Les espanta mis hazañas
Que no son sino rencores.
¿Dónde están mis defensores?
Para mí, nadie es clemente:
nadie piensa, nadie siente,
¡Quieren matarme, ¡en buena hora!
Que me maten si es la hora
pero mátenme de frente!
«El Canto de Luis Pardo»
ABELARDO GAMARRA, «El Tunante»
(Huamachuco, 1852 – Lima, 1924)
Yo quise querer al mundo
y el mundo no me dejó
en su infamia me arrojó
al chiquero más inmundo.
Pero así de lo profundo
salen mis versos cantores
así cultivo mis flores
en medio de los pantanos
y se amargan los gusanos
y me persiguen traidores.
No les agrada mi canto
ni mi sencilla bravura
les espanta la dulzura
con que sereno mi llanto.
Es tanto mi amor es tanto
que se malgastan sus mañas
ante insultos y patrañas
mis gestos son más amables
que sé que esos miserables
siempre fueron sin entrañas.
Cómo les duele mi risa
mi no dejarme vencer
cómo me quisieran ver
abatido por la brisa.
Voy caminando sin prisa
voy pisoteando alimañas
entre montes y cabañas
voy escribiendo mi historia
que a los bandidos sin gloria
les espanta mis hazañas.
En su loca fantasía
en su envidia limosnera
dicen que soy la pantera
el alacrán la jauría.
Dicen que soy la insanía
y la pena y los dolores
afirman los impostores
que soy lo más repugnante
pero comprendo al instante
que no son sino rencores.
Algunos quieren creer
lo que se dice de mí
dicen «yo también lo vi
antes de echarse a correr…»
No me puede entristecer
tanta bajeza señores
muchos saben mis honores
aunque se callan ahora
¿dónde está la que me adora…?
¿dónde están mis defensores?
¿Dónde están los que juraron
eterna y pura amistad?
¿En dónde está la verdad?
¿En qué sitio la olvidaron?
¿Dónde están los que apostaron
por mí tan airadamente?
¿Es que no queda un decente
que se juegue por entero?
Para mí nadie es sincero.
Para mí nadie es clemente.
Nadie se encuentra a la altura
del lugar ni del momento
todos son resentimiento
arrogancia y amargura.
Hoy campea la impostura
hoy nadie mira de frente
resulta que de repente
estamos como perdidos
nadie escucha los quejidos
nadie piensa nadie siente.
Y los que vamos porfiados
al paso que nos agrada
caemos en la emboscada
de mediocres fracasados.
Están echados los dados
y la suerte no demora
la Muerte la gran señora
tiene todo lo que es mío
quieren matarme ¡me río!
quieren matarme ¡en buena hora!
Que me maten con acero
con el filo de una espada
quiero sentir la estocada
quiero saber que me muero.
Quiero ver al mensajero
de la muerte que me adora
si la vida me devora
si no tengo salvación
que me maten sin perdón
que me maten si es la hora.
Pero mírenme a los ojos
quiero morir como un hombre
quiero que el mundo se asombre
cuando vea mis despojos.
Morir bajo tintes rojos
de atardecer imponente
morir matando al valiente
que se crea mi asesino
mátenme que es mi destino
pero mátenme de frente.
GALLO VIEJO
Que soy un gallazo fiero
de aquellos de vez en cuando
que quieren vivir venciendo
o se han de morir matando.
CHABUCA GRANDA
Desde chico me enseñaron
a pelear por lo que es mío
con orgullo y señorío
como gallo me criaron.
Desde siempre me indicaron
cuál era el mejor sendero
luchar por ser el primero
avanzando siempre al frente
y que se entere la gente
que soy un gallazo fiero.
Viejo gallo de pelea
que con cualquiera se faja
gallo de pico y navaja
que mata cuando golpea.
Gallo liso que aletea
un kikiriqui cantando
en la riña llevo el mando
y me juego por entero
soy un gallo pendenciero
de aquellos de vez en cuando.
Me gusta andar por la tierra
sin guardia ni comitiva
me gusta ser ave altiva
que no se escapa a la guerra.
Ni me asusta ni me aterra
el huracán y su estruendo
ni me alquilo ni me vendo
y desprecio a los traidores
yo soy de los burladores
que quieren vivir venciendo.
No entrego mi dignidad
mi orgullo no es mercancía
y no me imagino el día
que no tenga libertad.
Por el campo y la ciudad
vago sin rumbo ni bando
y en la lucha siempre ando
midiéndome con halcones
soy de los que son campeones
o se han de morir matando.
VAMOS JUNTOS
Si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en calle codo a codo
somos mucho más que dos.
MARIO BENEDETTI
No te quiero por tu cara
aunque sé que eres hermosa
no te quiero por la rosa
de tu sonrisa tan clara.
Así tu vuelo llegara
hasta la altura de Dios
no te amara más a vos
de lo que te amo princesa
no te quiero por promesa
si te quiero es porque sos.
Eres todo lo que quiero
todo lo que yo he buscado
eres mi bien más preciado
eres mi escudo de acero.
Mi sitio más placentero
tan sólo en ti me acomodo
tú me arrebatas del lodo
y atiendes lo que te diga
eres mi mejor amiga
mi amor mi cómplice y todo.
Vamos juntos de la mano
haciendo nuestro camino
contigo soy peregrino
soy trotamundo y gitano.
Conoces de mi pantano
cada sendero y recodo
sólo contigo hallo el modo
de agotar cada segundo
caminando por el mundo
y en la calle codo a codo.
Somos toda una brigada
de creyentes en la vida
somos fuertes en la herida
el amor es nuestra espada.
Me perdería en la nada
si me dijeras adiós
porque tan sólo en tu voz
puedo decir lo que siento
somos alma y pensamiento
somos mucho más que dos.