PEBdE, Número DOCE, abril 1994

La cita, JORGE LUIS BORGES

El tiempo me ha enseñado algunas astucias: eludir los sinónimos, que tienen la desventaja de sugerir diferencias imaginarias; eludir hispanismos, argentinismo, arcaísmos y neologismos; preferir las palabras habituales a las palabras asombrosas…
JORGE LUIS BORGES


ATENCION

Algo hay de pecaminoso en ser joven; algo de provocador en la actitud de superar a los viejos, de ser mejor que ellos, de tomarles la delantera, de decir algo que ellos ya no puedan entender; algo de prohibido hay en todo ello.

Tener pocos años es ya un defecto, los jóvenes gastamos inútilmente energías al tocar las puertas de lo «oficial», dentro no hay nadie que pueda escuchar nuestras voces, habrá que hacernos solos el camino. Siempre ha sido así.

«POETAS EN BUSCA DE EDITOR» está con los jóvenes (de cualquier edad, porque hay algunos que jamás -felizmente- dejan de serlo) que se obstinan en decir en alta voz su palabra, su modo de ver el mundo, de sentirlo; equivocados o no, se atreven a atreverse, cosa tan rara en nuestros días…


Leo Zelada (Rubén Grajeda – Lima, 1970)

Estudia filosofía en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y publicó en 1993 la plaqueta «DELIRIUM TREMENS», adelanto del libro del mismo nombre. Se autodefine como «Subterráneo, Anarquista, Underground y Postmoderno», es fundador y líder del Movimiento Cultural Neón.

6:15

Y a pesar del ensordecedor
y estridente ruido de los autos
aún escucho tu voz
tu voz
derruyendo
mis antiguas creencias
mitigando en polvo
mis estúpidos temores
mujer de urbanos y azules
cabellos
y sonrisa incólume de cristal

Si creyese en Braham(a)
creería en la reencarnación de
tu mirada
mas sólo creo
en tus desgarbados y sucios
cabellos
tan distantes
como verdes astros
ardiendo
que en noches como esta
en vano trato de alcanzar.

Qué puedo ofrecerte
sino
onírica amargura
mi abrasador lamento
un grito destemplado
lanzado
agónico al vacío
el poema
la noche me encuentra
ahora
entre anuncios luminosos
y vasos de aguardiente
delineando el atormentado
trazo de mi piel

Como un descarnado
cuadro de Van Gogh
y yo ya no sé
-qué será de mi-
lobo hombre solitario
en brutal desenfreno
por sórdidas calles

Si lo único real
ahora
es la irrealidad
de tu mirada

Mi vida constante agónico
ocaso
eterno suicidio
desesperado crepúsculo a punto
de extinguir

Ignoro
el sabor improbado de tus labios
y sin embargo cómo
explicarlo
me perteneces
desde antes del origen de los tiempos
desde siglos antes que
nacieras
y tú tal vez te preguntes
quien soy? que busco?
que pretendo al no cesar
nunca de observarte
yo soy aquel hombre
que has estado esperando
en tu larga contemplación de
los vacíos
el verbo absurdo que se niega inútil
a abolir el recuerdo

Ensoñación de un crepúsculo
que pugna desesperada por salir
suavidad de flores
cayendo encendida en la mirada
invierno de mar
huyendo desesperada de los trópicos
niña tonta que se niega
a usar tacones

Y abrir sus alas
y partir
sigue, sigue jugando
con tus muñecas azules
y tus ingenuos
origamis de papel
que yo velaré
de tu onírico sueño
de insulsos demonios
y oscuros dragones
que mantendré a raya
con mi roja espada
tan pura como el fuego
como el degollador de Pukará
como el hombre de Neanderthal
como el primer hombre
que habitó desconocido estas tierras
penetrando arma en mano
puñal en pecho
al denso enigma de tu ser
bombas molotov
tenues muchedumbres

Las 6:15

Y mis pasos
no hacen más que repetir
el eco intacto
de
tu nombre.


José Luis Mejía (Lima, 1969)
PARTE A PARTE

No necesito dedos para tocarte el alma
ni manos que permitan acariciar tu ensueño
ni apasionados versos que te roben la calma.

No necesito hachas para cortar tus leños
ni metales preciosos para comprar tus ansias
ni lazos ni cadenas para hacerme tu dueño.

No necesito -ahora- recortar las distancias
para tenerte cerca -para sentirte mía-
para tomar -paciente- tu infinita fragancia.

No necesito noches para robar tus días
ni lugares precisos para robarte un beso
para robarte un poco de tu melancolía.

No necesito cosas tangibles -lo confieso-
no necesito nada que el tiempo me arrebate
que contenga un volumen una forma o un peso.

Las cosas pasajeras -el corazón que late-
los ojos que se apagan -la piel que se marchita-
mueren de viejas antes que la muerte las mate.

Mi amor es algo sabio que reposa y medita
que espera silencioso que aguarda su momento
para acudir sereno y puntual a la cita.

Mi amor es algo hecho de fuerza y sentimiento
de gestos de palabras de puras sensaciones
de sueños de esperanzas de raros pensamientos.

Mi amor -amor- es algo labrado en tentaciones
forjado en imposibles y divinos herrajes
mayor a las humanas y fugaces pasiones.

Mi amor es algo hecho de atrevido coraje
fundido por la chispa triunfal de le herejía
es infame -es pecado- provocación y ultraje.

Mi amor es una rara y vana fantasía
mayor que la distancia la amargura y la pena
cubierto en una terca y santa rebeldía.

Mi amor tan sólo existe porque existes -Ximena-
no necesito nada -me basta con pensarte-
me basta con saberte -con cumplir la condena-
para tomarte toda -Ximena- parte a parte.